La enfermedad de La Peyronie o induración plástica del pene es un proceso de causa desconocida caracterizado por una banda fibrosa en la túnica albugínea de los cuerpos cavernosos del pene. Suele ser unilateral y tiene como consecuencia la desviación del pene durante la erección.
Dependiendo de la extensión de la banda fibrosa, el proceso puede imposibilitar la penetración o hacer que la erección resulte dolorosa.
En un 75% de los casos se presenta entre los 45 a 60 años de edad, encontrándose también en jóvenes de 18 años y en ancianos de 80 años. El proceso comienza como una reacción inflamatoria entre la túnica albugínea y los cuerpos cavernosos, que finalmente evoluciona hasta que las fibras de colágeno son sustituidas por tejido fibroso no elástico, que constituye la placa característica de la enfermedad.
Aunque su causa es desconocida, las hipótesis existentes llevan a creer que se trata de un proceso inflamatorio de etiología multifactorial que afecta a individuos genéticamente predispuestos. La aparición de anticuerpos antinucleares en un 24% de los pacientes con esta patología, la hipergammaglobulinemia y la asociación con otras enfermedades fibroplásticas sugieren una base autoinmune.
Dentro de los factores precipitantes que desencadenarían la enfermedad, la teoría más aceptada es que los múltiples microtraumas que sufre el pene durante la actividad sexual provocarían una respuesta inflamatoria en individuos predispuestos que finalmente evolucionaría en la fibrosis.
Los principales factores de riesgo son antecedentes de procedimientos invasivos en el pene, trauma en pene flácido o erecto durante el acto sexual, obesidad y tabaquismo. También se ha relacionado con patologías como hipertensión arterial, diabetes mellitus y dislipidemia.
Algunos estudios sugieren que son estos factores los que debilitan la vasculatura y producen su ruptura durante el coito. Esto lleva a la formación de un hematoma y su subsecuente organización como placa fibrosa en individuos predispuestos, por lo que el tratamiento de dichos factores podría prevenir secundariamente el desarrollo de la enfermedad.
Los síntomas más habituales de consulta son: la deformidad del pene y dolor durante la erección, así como la disfunción eréctil, el dolor aparece durante la fase inflamatoria de la enfermedad, generalmente es leve y se presenta durante la erección. La incurvación del pene puede ser hacia su cara dorsal, ventral o lateral, produciendo acortamiento de éste.
Se diagnostica por simple inspección y palpación y a veces se requiere de tratamiento quirúrgico, el cual tiene como objetivo enderezar el pene. La técnica más empleada es la plicatura de los cuerpos cavernosos, procedimiento sencillo que no actúa sobre la placa de fibrosis, sino sobre la convexidad del pene, rectificándola. Aunque el porcentaje de corrección de la curvatura es elevado, su principal inconveniente es el acortamiento peneano y la disfunción eréctil que aparece en un porcentaje de estos individuos. Últimamente se ha popularizado el empleo de vitamina E y también corticoides por vía parenteral.