El investigador Jaime Mas Oliva, del Instituto de Fisiología Celular de la Universidad Nacional Autónoma de México, descubrió una proteína relacionada con el colesterol que servirá para el estudio de la ateroesclerosis.
El también coordinador del Programa Universitario de Investigación en Salud, explicó que la Proteína Transferidora de Ésteres de Colesterol (CETP) se apropia del colesterol que va de salida del organismo y lo regresa a los tejidos periféricos.
Explicó que esta «es una proteína mala que no debería estar en circulación, y que desde el punto de vista evolutivo, no debería existir”.
El experto comentó que la investigación puede ser muy interesante para el médico especialista, si un paciente tiene colesterol y triglicéridos muy altos.
Especificó que en México, y a nivel internacional, no se hace de rutina la medición de esta sustancia, por lo que podría considerarse como un desarrollo sin precedente.
Sería muy bueno que dentro de un análisis clínico cotidiano, donde se reportan los niveles plasmáticos de colesterol, triglicéridos y lipoproteínas, pudiera incluirse el de Proteína Transferidora de Ésteres de Colesterol.
El médico tendrá un elemento extra para definir la estrategia de tratamiento de forma mucho más personalizada, dijo el académico universitario, quien informó que la investigación fue patentada en Europa, Estados Unidos y México, por lo que está en búsqueda de algún laboratorio interesado en desarrollarla y promocionarla.
En la actualidad se realiza un estudio piloto primario con plasma normal y un reducido número de individuos, por lo que falta hacer un análisis con cientos de personas, tanto saludables, como diagnosticadas con hiperlipidemia.
Por sus estudios en el tema, el Dr. Mas Oliva obtuvo el Premio Ciudad Capital Heberto Castillo 2011, que otorga el gobierno del Distrito Federal, a través de su Instituto de Ciencia y Tecnología, en la categoría de Científicos de 45 años o menos, en el área de Innovación para Mexicanos Destacados.
La ateroesclerosis es un trastorno que se caracteriza por el endurecimiento de las arterias por acumulación de colesterol y grasa en sus paredes que impiden el flujo de la sangre y que pueden a su vez generar una serie de síntomas y otros padecimientos, algunos mortales.