Preparar la leche de fórmula para los bebés requiere cuidados y precauciones en toda época del año.
Por ese motivo los directivos de la Asociación de Empresas de Nutrición Infantil resumieron los principales consejos a tener en cuenta para maximizar estos cuidados.
Para evitar que la leche en polvo se contamine conviene destinar un área de la casa que esté siempre limpia para su preparación y abrir y cerrar la lata en el momento de la preparación. Además, es fundamental lavarse las manos antes de empezar a hacerla y lavar y enjuagar los biberones con detergente biodegradable.
La esterilización de los biberones se puede hacer con un esterilizador eléctrico o hirviéndolos durante 10 minutos en una olla de acero inoxidable tapada. En este último caso, cada parte del biberón se debe sumergir por separado y luego retirarlas con una pinza especialmente diseñada para este uso.
Tras lavarse nuevamente las manos es momento de preparar el agua para la leche. Con ese fin, conviene primero hervir agua y luego dejarla enfriar hasta que alcance los 70 º C. Luego se agrega al biberón, en las proporciones adecuadas, la leche en polvo y el agua. Finalmente, se agita y queda lista para tomar.
Las fórmulas infantiles en polvo no son estériles, por lo tanto es ideal prepararlas y consumirlas en el momento. Esa leche preparada no puede estar más de una hora a temperatura ambiente. Lo que el bebé no tomó y sobra hay que tirarlo: no se puede alimentar un poco al bebé poner luego el biberón en el refrigerador y después volverlo a alimentar otro poco porque de esa manera la leche se contamina.
La leche de fórmula no se puede congelar, una forma práctica de ganar tiempo es guardando el agua hervida y enfriada a 70 ºC en un termo.