Menos del 10% de los niños en edad preescolar tienen rabietas o berrinches diarios, y la mayoría de esos berrinches se relacionan con frustraciones reales y momentáneas que experimentan los niños pequeños, según una investigación reciente realizada por la Dra. Lauren Wakschlag vicepresidenta de ciencias médicas sociales de la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad de Northwestern, en Chicago EUA.
Saber qué es normal y qué no en los niños pequeños puede ayudar mucho para identificar con mayor precisión cuáles niños necesitan ayuda profesional y cuales niños simplemente actúan según su edad, comenta la Dra. Wakschlag.
Hay evidencia creciente de que los problemas de salud mental son identificables y emergen en la niñez temprana, los criterios usados para identificar los problemas clínicos solo se han desarrollado para los adultos o los niños más grandes.
El estudio, es un paso hacia adelante en la identificación de qué es normal y qué es anómalo a nivel de preescolar, los investigadores plantearon a los padres de unos 1,500 niños en edad preescolar de 3 a 5 años un total de cinco preguntas sobre la conducta de sus hijos durante el mes anterior.
Según los reportes de los padres, la mayoría de niños encuestados (83.7%) tenían berrinches de vez en cuando, pero solo 8.6% tenían rabietas a diario.
La mayoría de rabietas eran temporales, y surgían de forma predecible del cansancio o la frustración. Los berrinches que se materializaban «de la nada» eran menos comunes y más preocupantes, así como los que duraban más de cinco minutos, los que ocurrían con adultos que no eran los padres, o los que involucraban conducta agresiva.
En general, profesionales y padres deben tomar en cuenta la frecuencia, la calidad y la duración al evaluar los berrinches, un niño de dos años que haga pucheros durante dos minutos al día es menos preocupante que un niño que haga una rabieta una vez a la semana, desorganice toda la casa y le pegue a su hermanita.
Simplemente porque un niño pequeño haga un berrinche de vez en cuando, no significa que haya que preocuparse, el estudio intenta dar una base científica al momento adecuado para preocuparse. Los resultados del estudio se publicaron en la revista Journal of Child Psychology and Psychiatry.