El Comité Internacional de la Cruz Roja advirtió que la peste bubónica, considerada una enfermedad medieval, sigue siendo una amenaza en muchas partes del mundo.
El año pasado se registraron más casos en Madagascar que en ningún otro lugar. La Cruz Roja se ha unido al Instituto Pasteur para tratar de erradicar la enfermedad.
La tarea es difícil, ya que requiere matar primero a las pulgas que transmiten la enfermedad y después a las ratas que llevan las pulgas.
Si se hace al revés, las pulgas buscan otro animal que las lleve. El programa ha sido tratado en la principal cárcel del país, donde ha dado resultados positivos.
En la actualidad la peste sigue extendiéndose a través de las pulgas de roedores. Esta enfermedad afecta a casi 3.000 personas en todo el mundo, siendo más común en EUA, Madagascar, China, India y América del Sur.
Con el tratamiento adecuado, sin embargo, el 85% de las víctimas actuales sobreviven a la enfermedad, el hecho de que el genoma de la bacteria cambie tan lentamente sugiere que el conocimiento médico moderno y la vulnerabilidad ante la enfermedad (no es una versión menos virulenta del Yersinia pestis) podrían ser el motivo por el que la peste ya no acaba con poblaciones enteras.
Es posible que cambie tan lentamente debido a que sólo existe una cepa de peste en el mundo, por lo que la bacteria únicamente puede desarrollarse de forma lineal.