Los científicos transforman células cardiacas dañadas en sanas de nuevo en pruebas de laboratorio, el objetivo es crear un ‘parche’ celular tras un ataque cardiaco
El Dr. Deepak Srivastava, director e investigador del Instituto Gladstone de Enfermedades Cardiovasculares de San Francisco en EUA, y su grupo de científicos informan que han transformado un tipo de célula cardiaca humana en otro distinto en experimentos de laboratorio, un desarrollo prometedor en el intento de encontrar maneras de reparar el daño producido por los ataques cardiacos.
La investigación está lejos de estar lista para su uso en humanos. Aun así, el tratamiento es una aproximación prometedora a la regeneración de órganos que aprovecharía las células que ya están en un órgano dañado y las convertiría en el tipo de células necesarias para el órgano funcione, afirma el Dr. Srivastava. Un ataque cardiaco puede producirse cuando un bloqueo en un vaso sanguíneo no deja que la sangre llegue a una parte del corazón. Un paciente que sobrevive a un ataque cardiaco quedará con un tejido muscular muerto que será reemplazado por un tejido cicatrizado, explica el Dr. Srivastava, en EUA viven aproximadamente 5 millones de supervivientes a ataques cardiacos.
Los investigadores desean evitar que las células conocidas como fibroblastos creen el tejido cicatrizado después de un ataque cardiaco. Los fibroblastos conforman aproximadamente la mitad de las células del corazón, y la idea es convertirlos en células musculares que «latan» (como el corazón) al manipularlas con una mezcla de 5 genes.
El Dr. Srivastava y su equipo han conseguido poner a prueba con éxito su enfoque en una placa de laboratorio y en ratones que sufrieron ataques cardiacos simulados. Los resultados del estudio se publicaron en la revista Stem Cell Reports.
El objetivo del estudio fue observar si la estrategia funcionaría en células humanas en el laboratorio, los investigadores informan que sí funcionó, a los autores del estudio les preocupa si las células trasformadas podrán generar problemas en el sistema eléctrico del corazón, eso puede resultar en latidos cardiacos irregulares y potencialmente fatales.
Los ratones que se sometieron al procedimiento no sufrieron este tipo de problema, pero el corazón de un ratón es mucho más pequeño que el de un ser humano, los investigadores tampoco saben cuál es el costo potencial de usar la terapia genética para que las células se transformen por sí mismas, y no está claro qué efectos secundarios podrían tener en los seres humanos.
Muy pronto se podrán reparar los corazones dañados con este tipo de células a modo de parches, quizá no se generen suficientes como para completar un corazón entero. Pero se podrán generar células del mismo paciente para tratar enfermedades y ataques cardiacos.