Las personas que beben 2 o más refrescos al día son más propensas a que haya proteínas en su orina, lo que representa una señal de problemas
Si le gusta beber refrescos azucarados, podría estar aumentando su riesgo de enfermedad renal, según sugiere una nueva investigación realizada en la Universidad Case Western Reserve en Cleveland, Ohio EUA.
El estudio mostró una asociación entre beber refrescos y un aumento del riesgo de daños renales.
Para el estudio realizado a 12,000 empleados de la universidad, que se sometieron a revisiones anuales en su centro de salud. Como parte del examen, se realizó la prueba de la orina en busca de evidencias de la presencia de proteína.
Casi el 11% de los empleados que afirmaron que bebían dos o más refrescos al día tenían proteína en la orina durante los tres años de seguimiento. Por el contrario, el 8.4% de quienes no bebían refrescos y aproximadamente el 9% de los que bebían una lata al día dieron positivo en la prueba de proteína en la orina.
Un estudio relacionado con este y realizado con ratas halló que un consumo moderado de un tipo de azúcar llamado fructosa aumenta la sensibilidad del riñón a una proteína que regula el equilibrio de la sal. Según los investigadores, esto lleva a un incremento de la reabsorción de la sal en las células de los riñones, lo que puede explicar por qué el consumo de refrescos se ha relacionado con la diabetes tipo 2, la obesidad, la insuficiencia renal y la hipertensión.
Los estudios fueron presentados en la reunión anual de la Sociedad Estadounidense de Nefrología en Atlanta, las investigaciones presentadas en reuniones por lo general se consideran como preliminares hasta que se publiquen en una revista médica revisada por profesionales.
Los expertos afirman que los nuevos hallazgos se unen al cuerpo en aumento de evidencias sobre los efectos secundarios no saludables de beber demasiados refrescos.
El nuevo estudio sugiere que incluso los individuos con una función renal normal corren el riesgo de sufrir daños si beben demasiados refrescos, y los refrescos edulcorados con jarabe de maíz con una gran cantidad de fructosa pueden ser los más peligrosos, ya que la fructosa es más dulce que la glucosa, y no provoca la sensación de saciedad,puede causar daños por una vía distinta que la glucosa. En lugar de aumentar los niveles de azúcar en la sangre, la fructosa podría afectar a los riñones.
Las directrices de la Asociación Americana del Corazón afirman que la ingesta diaria recomendada de azúcar es de 9 cucharadas para los hombres adultos, 5 para las mujeres adultas y 3 para los niños. Una lata de refresco de 12 onzas que no es de dieta tiene aproximadamente 7 cucharadas de azúcar.
¿La conclusión? «Beba agua en lugar de refrescos».
Fuente: Mount Sinai Medical Center