La limpieza de la casa implica que muchos productos químicos están almacenados y guardados en uno o varios lugares para evitar que los chicos y las mascotas sufran una intoxicación que afecte su salud. Pero esta estrategia a veces no alcanza.
Según expertos del Instituto Americano de Limpieza, las claves de la salubridad en esta materia están en como se guardan y usan los productos habituales de limpieza.
En ese sentido, advierten que un estante nunca está lo suficientemente alto. Ya sea que se trate de productos de limpieza, de cosméticos o de fármacos, siempre deben estar cerrados bajo llave para que ningún niño pueda acceder a ellos.
Aunque hay embalajes que parecen inviolables, la realidad es que nada le resulta imposible a un chico: ellos pueden abrir prácticamente cualquier tipo de armario. Por ese motivo es fundamental el recurso de tener todo bajo llave.
HIGIENE. Después de usar los productos es importante lavarse las manos. Si se utilizaron utensilios, vasos o cucharas para medir cantidades también es fundamental limpiarlos a fondo ya que es muy común que queden restos que pueden llegar a ser tóxicos.
TIRAR TODO. Los empaques vacíos deben ir directo a la basura y nunca usarlos para guardar otros productos (mucho menos comida o bebidas). Tampoco es recomendable mezclar artículos, porque se pueden generar reacciones químicas que liberan gases dañinos al ambiente.
LEER LAS ETIQUETAS. Hay que tener en cuenta las indicaciones que están en las etiquetas, ya que conviene recordar cuando indican que son necesarias precauciones especiales o que se está frente a productos peligrosos. Si se produce una intoxicación, las etiquetas suelen incluir información sobre como realizar primeros auxilios.
Finalmente, los especialistas recomiendan tener a mano los teléfonos de emergencias y saber a donde concurrir en caso de que ocurra una inesperada intoxicación de un niño o de una mascota.