¿Conoces la Biometeorología?

La biometeorología clínica estudia la repercusión de las condiciones atmosféricas sobre el cuerpo, ya sea por mecanismos biofísicos directos, o por mecanismos psicosomáticos o desconocidos


El estado de ánimo de algunas personas e incluso su salud mental dependen de los cambios meteorológicos, los vientos fríos del norte, el viente cálido del sur, están relacionados con una mayor presencia de migrañas, cuadros depresivos, ansiedad e irritabilidad. La disciplina que estudia cómo influyen los factores meteorológicos en determinadas enfermedades psíquicas y orgánicas es la biometeorología médica. En el caso del viento, los biometeorólogos dividen a los pacientes en tres grupos en función de cómo les afecte la masa de aire y teniendo en cuenta su predisposición.

Un primer grupo vería empeorar un estado depresivo latente, con dificultades en la atención y un estado más ansioso. Un segundo grupo experimentaría respuestas de irritabilidad, agresión o conductas violentas. A los pacientes de un tercer grupo se les desencadenarían episodios de cefalea o crisis de migraña ante la llegada del frente, con evidente relación causa-efecto, comenta el Dr. Antoni Bulbena, director del Instituto de Atención Psiquiátrica del Hospital del Mar y catedrático de la Universidad Autónoma de Barcelona en España.

En uno de sus estudios, el Dr. Bulbena, descubrió durante todo un año, que los episodios de pánico fueron tres veces más comunes con el viento cálido del poniente. Científicos israelíes dirigidos por el Dr. Arkadi Zilberman analizaron si los cambios meteorológicos en áreas semiáridas influían en la incidencia de trastornos mentales. Con una muestra de 4.325 personas que habían ingresado por intento de suicidio y ataques psicóticos en el Centro de Salud Mental de la Universidad Ben-Gurion del Neguev en Israel, los investigadores concluyeron que había bastante relación entre estas conductas y la dirección y velocidad del viento.

El viento por sí solo no produce ningún efecto, solo cuando esta asociado a corrientes de aire puede tener consecuencias para la salud. Con esta corriente suceden dos cosas. Por un lado, una masa de aire sustituye a otra y cambian de forma súbita parámetros como la humedad, temperatura o presión; y por otro lado, la corriente trae consigo componentes gaseosos, contaminantes y partículas sólidas suspendidas en el aire.

Otro de los trabajos apunta a partículas cargadas de iones positivos o negativos, como parte de los posibles desencadenantes de las crisis esquizofrénicas y de los intentos de suicidio, añade el Dr. Zilberman.

Este cambio brusco incide en la salud mental. En Suiza, la gente teme al efecto foehn que cruza los Alpes porque aumentan sus dolores de cabeza y la fatiga general,de hecho, la preocupación entre la población es tal que el Servicio Meteorológico Nacional de Suiza (MétéoSuisse) ha desarrollado un índice que calcula cada diez minutos el nivel de foehn en diferentes estaciones de medición.

Se desconocen los cambios neuroquímicos asociados con esta situación, la medicina tradicional ha dado poca importancia a las meteoropatías,las enfermedades que se desencadenan o agravan a consecuencia de los factores meteorológicos. Existe un buen consenso basado en el empirismo, pero hacen falta más y mejores demostraciones que aporten contundencia y relevancia médica.

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