Los amigos de los conductores adolescentes pueden ser una distracción peligrosa. Y ciertos conductores jóvenes son más propensos a dar vueltas alrededor de una muchedumbre
Los adolescentes que se consideran a sí mismos como buscadores de emociones y que creen que sus padres no fijan reglas están entre los que son más propensos a conducir con otros adolescentes en un coche, lo que en muchos estados viola las leyes de licencia graduada.
El estudio de adolescentes involucrados en accidentes graves halló que entre los que llevaban a otros pasajeros adolescentes, la distracción y las conductas arriesgadas de conducción con frecuencia influyen.
Tener pasajeros adolescentes aumenta el riesgo de accidente de un conductor adolescente, según investigadores del Hospital Pediátrico de Filadelfia, pero no se había comprendido bien en qué forma esos pasajeros aumentaban el riesgo, los factores que pueden predisponer a los adolescentes a conducir con varios amigos y cómo esos pasajeros puedencontribuir a los choques al distraer al conductor y fomentar conductas arriesgadas de conducción, como conducir a alta velocidad, acercarse peligrosamente a otros coches o conducir en zigzag, comenta la autora del estudio Allison Curry, directora del Centro de Investigación y Prevención de las Lesiones.
Desarrollar programas que funcionen en conjunto con las leyes de licencia de conducir graduada que limitan el número de pasajeros de los adolescentes en su primer año de conducción.
Los conductores adolescentes de ambos sexos con pasajeros de su edad eran más propensos a hallarse distraídos justo antes de un choque, en comparación con los jóvenes que tuvieron un accidente mientras conducían solos, según el estudio. Entre los adolescentes que afirmaron haber sido distraídos por alguien dentro del vehículo antes de chocar, el 71% de los chicos y el 47% de las chicas dijeron que se habían distraído con acciones de sus pasajeros.
Los conductores de sexo masculino con pasajeros tenían seis veces más probabilidades de realizar una maniobra ilegal de conducción, y más del doble de probabilidades de conducir agresivamente justo antes de un accidente, en comparación con los chicos que conducían solos.
Fuente: Children’s Hospital of Philadelphia