Un estudio realizado por Christine Hoehner, de la Universidad de Washington en St. Louis, Misuri de casi 4.300 personas que viven cerca del área metropolitana de Dallas-Fort Worth, una de las cinco más congestionadas de EUA
Los investigadores hallaron que las personas que manejan diariamente largas distancias para ir a trabajar tenían mayores circunferencias de cintura, menores niveles de condición física cardiovascular, mayor presión arterial y mayor índice de masa corporal.
Los viajes largos pueden llevar a una reducción del gasto energético en general, comenta la profesora Hoehner.
Este estudio proporciona nueva información sobre distancias de viaje y resultados biológicos, un indicador poco estudiado del comportamiento sedentario frecuente entre los adultos que trabajan, los viajeros de largas distancas, como es lógico, también dijeron ir al gimnasio o hacer ejercicio físico con menos frecuencia que las personas que recorrían diariamente distancias más cortas a sus puestos de trabajo.
Las personas que viajaban más de 24 kilómetros para ir a trabajar tenían menos probabilidades de cumplir con las recomendaciones de actividad física moderada a vigorosa, y tenían una mayor probabilidad de obesidad.
El estudio relacionó los desplazamientos a distancias superiores a 16 kilómetros con presión arterial alta.
Aunque la investigación no examinó otras conductas sedentarias, como ver televisión, la Profesora Hoehner sugirió que investigaciones futuras podrían examinar el tiempo que una persona pasa sentada en múltiples escenarios para determinar mejor cómo los desplazamientos afectan la salud.