Se entiende por vida saludable a aquella forma de vida en la cual la persona mantiene un armónico equilibrio en su dieta alimentaria, actividad física, intelectual, recreación (sobre todo al aire libre) descanso, higiene y paz espiritual.
Para llevar una vida saludable deben evitarse todo tipo de excesos: es tan malo comer mucho como comer my poco. En este sentido deben escogerse los alimentos más nutritivos, en especial cereales, frutas y verduras, y beber abundante agua, manteniendo un peso corporal adecuado. La moda ha impulsado a las personas a bajar de peso para mostrarse sumamente delgadas, lo que lleva a muchos jóvenes a enfermedades como la bulimia y la anorexia que ponen en riesgo su vida.
Con los demás aspectos sucede algo parecido. Por ejemplo, se debe dormir aproximadamente ocho horas por día, caminar veinte cuadras diarias (de acuerdo a la edad y estado físico general). Nada debe vivirse como una obsesión, pensar todo el tiempo en las cosas que podrían afectarnos y evitarlas desesperadamente, solo conducirá a alterar el equilibrio psicológico.
Debe además, evitarse las drogas, el alcohol, el tabaco, la automedicación; y consultar al médico en casos de que se sientan malestares o síntomas de algún padecimiento, y una vez al año, como rutina, luego de los 40 años, hacerse análisis, estudios cardiológicos, y controlar la presión arterial.
En la actualidad las condiciones de vida hacen difícil evitar el stress y los conflictos cotidianos; se tiende a comer rápido y mal, consumir productos ricos en grasas y colorantes, dormir poco, tratar de tener cada vez más cosas materiales quitando tiempo a la vida social, que también es una parte necesaria de una vida sana, muchas de las enfermedades reconocen su origen en el estilo de vida moderno que en algunos casos es poco saludable.