Un edema es un signo de consulta frecuente que responde a múltiples causas y requiere de una exploración sistemática y rigurosa. El edema es la acumulación de líquido en el tejido intercelular que proviene de la expansión anormal del volumen del líquido intersticial.
La acumulación del líquido ocurre cuando este equilibrio se altera por condiciones locales o sistémicas, provocando un aumento de la presión hidrostática capilar y del volumen plasmático, con disminución de la presión oncótica plasmática (hipoalbuminemia) y mayor permeabilidad capilar u obstrucción linfática.
La historia debe incluir en qué momento aparece el edema, si se produce con los cambios de posición, si es unilateral o bilateral y también debe incluir datos sobre los medicamentos que recibe el paciente y las enfermedades sistémicas existentes.
La aparición aguda en una extremidad en un período menor a 72 horas es más característica de la trombosis venosa profunda, la celulitis, la ruptura de un quiste poplíteo, el síndrome compartimental agudo postraumático o, el inicio reciente de un tratamiento con bloqueantes de los canales de calcio.
El edema crónico más generalizado se debe a la aparición o la exacerbación de enfermedades sistémicas crónicas, como la insuficiencia cardíaca congestiva, la enfermedad renal o la enfermedad hepática.
El edema de estasis causado por la insuficiencia venosa mejora con la elevación de las piernas y empeora con la posición péndula de las extremidades o con permanecer de pie.
El edema se asocia con la disminución de la presión oncótica del plasma y no se modifica por la posición.
El edema unilateral por compresión o compromiso del drenaje venoso o linfático puede derivar de la trombosis venosa profunda, la insuficiencia venosa, la obstrucción venosa (por ej., obstrucción tumoral de la vena ilíaca), la obstrucción linfática (por ej., a partir de un tumor pélvico o linfoma), o la destrucción linfática (por ej., congénita o secundaria a un tumor, radiación o filariasis).
La inflamación bilateral o generalizada sugiere una causa sistémica, como la insuficiencia cardíaca congestiva (sobre todo si es del lado derecho), hipertensión pulmonar, insuficiencia renal crónica o enfermedad hepática (causando hipoalbuminemia), enteropatías perdedoras de proteínas o desnutrición grave.
El edema también puede ser un efecto adverso de ciertos medicamentos, el mecanismo incluye a menudo la retención de sal y agua con aumento de la presión hidrostática capilar. El uso de diuréticos puede causar depleción de volumen y la estimulación refleja del sistema renina-angiotensina.
Aunque se considera un diagnóstico de exclusión, la apnea obstructiva del sueño puede causar edema.
La sensibilidad a la palpación sobre el área edematosa se asocia con la trombosis venosa profunda y el síndrome doloroso regional tipo 1 (distrofia simpática refleja). Por el contrario, en el linfedema, generalmente la palpación no provoca dolor.
Los cambios en la temperatura de la piel, el color y la textura proporcionan pistas sobre la causa del edema, la trombosis venosa profunda aguda y la celulitis pueden producir aumento del calor sobre el área afectada.