Los perros muerden a unas 4.7 millones de personas cada año, pero la educación y adecuado entrenamiento y control de perros puede prevenir muchos ataques, indican los expertos.
La Academia Americana de Pediatría y la Sociedad Americana de Cirujanos Plásticos se encuentran entre las cuatro organizaciones médicas de EE.UU. que se están uniendo a otros grupos para incrementar la conciencia nacional durante la Semana de Prevención de las Mordeduras de Perro, del 15 al 21 de mayo.
Los cirujanos plásticos son quienes ven de primera mano lo devastadoras que pueden ser las mordeduras de perro, ya que frecuentemente atienden a las víctimas. Se realizaron cerca de 33,000 procedimientos reconstructivos en víctimas de mordeduras de perro en Estados Unidos durante 2010, un incremento del 8 % desde 2009.
La mayoría de cirugías reconstructivas para tratar mordeduras de perros se llevan a cabo en niños, comenta el Dr. Phillip Haeck. Los niños son con frecuencia mordidos en la cara, lo cual puede resultar en heridas graves, infecciones y cicatrices permanentes.
Los estudios han encontrado que los niños tienen aproximadamente tres veces más riesgo que los adultos a ser mordidos por un perro. Cada año, cerca de 600,000 niños en los Estados Unidos requieren de atención médica para las mordeduras de perro.
Entre las formas en que puede protegerse a sí mismo y a su familia de las mordeduras de perro están:
Los bebés y niños pequeños deben ser siempre supervisados y nunca dejados solos con un perro.
Enseñe a los niños a pedir permiso al dueño del perro antes de acariciarlo.
Antes de tocar a un perro desconocido, deje que el animal lo huela a usted o a su hijo. Acaricie al perro suavemente, evitando la cara y la cola.
Si un perro está durmiendo, comiendo o cuidado a sus cachorros, déjelo solo.
Camine, no corra, al pasar cerca de un perro.
Si ocurre una situación en la que usted o su hijo se sienten amenazados por un perro, recuerde mantener la calma, evitar el contacto visual y quédese quieto o retroceda lentamente hasta que el perro se vaya.
Si un perro amenazador lo lanza al suelo enróllese en el suelo, protegiendo la cara con sus brazos y puños.
Fuente: Asociación Americana de Pediatría