Un nuevo estudio descubre los mecanismos cerebrales que pueden ayudar a encontrar nuevos medicamentos diseñados a ayudar a las personas a dejar de fumar sin subir de peso.
Este estudio, cuyos fondos fueron otorgados por los Institutos Nacionales de Salud para el Abuso de Drogas (NIDA, por sus siglas en inglés), muestra que una subclase específica de receptores nicotínicos en el cerebro, está involucrada en la capacidad de la nicotina para reducir la ingesta de alimento en roedores. Descubrimientos anteriores demuestran que la ganancia de peso promedio después de dejar de fumar es de menos de 4.5 kilos, sin embargo el miedo de subir de peso puede desalentar a personas que quieren dejar de fumar.
En el estudio, publicado en la revista Science, los investigadores encontraron que los medicamentos parecidos a la nicotina, específicamente la cytisina, activan los receptores de la nicotina en el hipotálamo, que es el área del cerebro que controla la cantidad de alimento que ingerimos. Esto dio como resultado la activación de un circuito que redujo la ingesta de alimento y la grasa corporal en ratones. Este efecto fue muy específico, ya que un medicamento que prevenía que la cytisina se uniera a los receptores hypotalámicos bloqueó la reducción de la ingesta de comida.
En el tababaquismo, la nicotina es una de las drogas más adictivas y la principal causa de enfermedad, discapacidad y muerte en los Estados Unidos. De acuerdo con los Centros de Control y Prevención de Enfermedades, fumar cigarrillo ocasiona más de 440,000 muertes que pueden prevenirse al año, es decir uno de cada cinco decesos del total de muertes en la Unión Americana. A pesar de que está demostrado el alto costo para la salud del hábito de fumar, muchos fumadores reportan una gran dificultad para abandonar el hábito.
La Dra. Marina Picciotto, de la Universidad de Yale y autora principal del artículo, refiere que el presente estudio en ratones permite explorar los mecanismos mediante los cuales la nicotina actúa en el cerebro para reducir la ingesta de comida. Explica que la nicotina reduce el apetito y la grasa corporal a través de receptores implicados en la aversión a la nicotina y la supresión, más que en la recompensa.
Por su parte, la Dra. Nora Volkov, directora de los Institutos Nacionales de Salud para el Abuso de Drogas, afirma que estos resultados indican que los medicamentos que actúan específicamente en este mecanismo podrían aliviar la supresión a la nicotina y reducir el riesgo de comer de más al dejar de fumar y aunque se requiere de más investigación, estos componentes altamente selectivos pueden ser más efectivos que los medicamentos que actúan en más de un tipo de receptores nicotínicos.