La procrastinación está estrechamente relacionada con la supremacía del sistema límbico, maestro de la impulsividad y la satisfacción inmediata, sobre la corteza prefrontal, ama de la razón y de los objetivos a largo plazo. Pero el atender los placeres inmediatos procrastinando los deberes a largo plazo trae consecuencias negativas a la salud, la economía, la espiritualidad y la felicidad. La buena noticia es que es posible revertirla.
La DraMaría Martina Jurado, catedrática de la Facultad de Psicología de la UNAM afirma que si la persona se organiza si la persona tiene una actitud mas comprometida y responsable con lo que tiene que hacer y se organiza puede de alguna manera este darle la vuelta a la procrastinación.
La receta radica en vencer al principal enemigo que es la impulsividad y una manera de hacer que ésta actúe a favor y no en contra, es fragmentar una meta a largo plazo en pequeños objetivos a corto plazo que resultan más fáciles de alcanzar. Pero para ello, es necesario contar con la dosis apropiada de optimismo y confianza en uno mismo. Además hay que alejar las tentaciones o saciarse de ellas antes de emprender la tarea que representa el objetivo principal. Desarrollar poco a poco el autocontrol es una excelente manera de lograr que la corteza prefrontal domine al caprichoso sistema límbico. Está claro que es mucho más común dejar para después las tareas que no gustan o resultan aburridas.
Los expertos en el combate de la procrastinación sugieren tener una actitud positiva, por ejemplo al ponerse a dieta no pensar en los manjares que uno debe evitar, sino en los alimentos saludables que van a beneficiar nuestro organismo y nuestra figura. También se recomienda hacer las tareas difíciles en horas de la mañana, no pasar hambre, hacer ejercicio regularmente y contar con un sueño reparador.