Coca-Cola se convirtió en una de las marcas más poderosas del mundo, al equiparar el consumo de sus refrescos con la felicidad. Ahora por primera vez hace frente a una creciente nube sobre la industria: la obesidad.
La compañía comenzará a emitir un comercial de dos minutos durante los espectáculos de mayor audiencia con la esperanza de mejorar su impacto en la salud pública. El anuncio presenta las bebidas con menos calorías y señala que el aumento de peso es el resultado de consumir demasiadas calorías de cualquier tipo, no sólo por refrescos.
Para Coca-Cola los anuncios reflejan la creciente presión sobre la industria refresquera en general. A finales del año pasado, en Nueva York se puso en práctica la reglamentación en cuanto al tamaño de los refrescos que se venden en restaurantes, cines, estadios deportivos y otros lugares. El alcalde de Cambridge, Massachusetts, ha propuesto una medida similar.
El consumo de bebidas azucaradas aumenta el riesgo de obesidad.
El Centro para la Ciencia en el Interés Público ha sido crítico de la industria de los refrescos y lanzó un video que parodia famosos osos polares de Coca-Cola plagados de diabetes y otros problemas de salud por beber demasiados refrescos.
La empresa señaló que ya ha hecho varios movimientos para ayudar a los clientes a tomar mejores decisiones, como poner la cantidad de calorías en el frente de sus latas y botellas; el año pasado comenzó a publicar información sobre calorías en sus máquinas expendedoras.
