Fotografía: bublegum.net
Investigación y redacción: Irlanda Maya
En México no contamos con cifras epidemiologicas sobre este tipo especifico de infeccioón, pero se podria estimar que es mucho mayor la prevalencia que en la Unión Americana, tomando en cuenta que la Organizacion Mundial de la Salud ha advertido que el citomegalovirus es mas frecuente en paises en vias de desarrollo.
El citomegalovirus es un virus que infecta las células y hace que éstas se agranden. El contagio del citomegalovirus suele ocurrir entre los dos años de edad y la adolescencia por saliva o al estar en contacto estrecho con una persona infectada por el citomegalovirus. Es común que las personas se encuentran ya infectadas por citomegalovirus y no lo saben, principalmente porque no identifican adecuadamente los síntomas.
Las manifestaciones clínicas del citomegalovirus son inespecíficas e incluyen malestar general, cansancio, fiebre, dolores musculares e inflamación y dolor en los ganglios linfáticos. Hay personas en quienes el cansancio puede durar hasta un año. Sin embargo, lo más común es que la infección por citomegalovirus pase desapercibida o se confunda con un catarro. En las personas inmunocomprometidas, como aquellas que reciben esteroides, han sido trasplantadas o tienen el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida, la infección por citomegalovirus puede ocasionar infecciones graves a nivel de meninges, cerebro, hígado e intestino grueso.
El citomegalovirus usualmente no causa problemas a largo plazo, sin embargo, puede ocasionar complicaciones en un recién nacido si la madre contrae la infección durante el embarazo, como trastornos auditivos, visuales o neurológicos. El citomegalovirus solamente se propaga a través del contacto directo con los líquidos corporales de una persona infectada, por ejemplo, la saliva, sangre, orina, semen o leche materna, y tambien, puede transmitirse por contacto sexual.
El lavado cuidadoso de las manos con agua y jabón puede ayudar a prevenir la propagación del citomegalovirus.
El disgnóstico de citomegalovirus se confirma mediante pruebas de sangre y el tratamiento, cuando está indicado, requiere de la administración de medicamentos antivirales. En personas que han sido trasplantadas o que tienen el virus de la inmunodeficiencia humana puede considerarse la administración preventiva de medicamentos antivirales para evitar que contraigan el citomegalovirus.
