Un estudio realizado por el Dr. Jerome Engel Jr, director del Centro de Trastornos Convulsivos de la Universidad de California, en Los Ángeles, encontró que quienes sufren del trastorno del lóbulo temporal pueden librarse de las convulsiones.
Pero en 2006, su «vida cambió por completo» cuando se sometió a cirugía para la epilepsia.
La epilepsia es una afección grave, y en aproximadamente un tercio de los pacientes los medicamentos no la controlan, explica el Dr. Jerome Engel Jr. Mientras más espera alguien para someterse a cirugía cuando los fármacos no funcionan, menos probabilidades hay de que se les pueda ayudar a tener una vida normal. Pero en personas que sufren de epilepsia del lóbulo temporal mesial, hay alrededor de 80% de probabilidades de que se liberen de las crisis tras la cirugía.
El Dr. Engel comparó el tratamiento médico continuo con la cirugía en personas que sufrían de epilepsia del lóbulo temporal mesial y en quienes los antiepilépticos no ayudaban.
La epilepsia es un trastorno que provoca impulsos eléctricos anómalos en ciertas áreas del cerebro, según el Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidente Cerebrovascular de EUA, esos impulsos eléctricos anómalos pueden provocar un ataque convulsivo, también conocido como crisis de gran mal. Pero también pueden provocar otros tipos de crisis, llamadas crisis focales o crisis parciales complejas, que no son tan fáciles de reconoce, este tipo de crisis como una que altera el estado de consciencia.
Las personas podrían hacer algo repetitivo, como caminar en círculos, o podrían seguir haciendo lo mismo que antes, pero no tendrán memoria al respecto. Estos tipos de crisis solo duran unos segundos. Esta forma de epilepsia con frecuencia lleva el nombre del área del cerebro afectada. En el estudio del Dr. Engel, se observó a personas que sufrían de epilepsia del lóbulo temporal mesial.
Los antiepilépticos ayudan a muchas personas, pero para algunas, los fármacos no aportan alivio. La Academia Americana de Neurología recomienda pensar en la cirugía si dos regímenes distintos de antiepilépticos no controlan las crisis. Pero en muchos casos esto no sucede, y el retraso en la cirugía después de que los fármacos no hayan logrado controlar las crisis puede llevar a una calidad de vida gravemente disminuida, accidentes causados por las crisis e incluso muerte repentina sin explicación.
En promedio, las personas que son remitidas a cirugía han sufrido de epilepsia durante 22 años. Y anotó que con frecuencia esa espera es demasiado larga, la cirugía temprana es esencial para evitar las consecuencias de la epilepsia.
En el nuevo estudio, 38 personas que habían tenido un diagnóstico de epilepsia del lóbulo temporal mesial durante un promedio de cinco años se asignaron al azar para recibir medicamentos o cirugía. Todos los voluntarios del estudio habían probado al menos dos antiepilépticos de marca que no habían logrado controlar sus crisis. A las personas tratadas con fármacos se les ofreció la opción de cirugía cuando el ensayo terminó. La cirugía para este tipo de epilepsia conlleva identificar el área del cerebro que envía las señales eléctricas anómalas y la extirpación de esa pequeña área.
Al final de los dos años, ninguna persona del grupo de medicamentos estaba libre de crisis, pero el 85% de las que se habían sometido a cirugía habían permanecido libres de crisis, quienes se sometieron a cirugía también reportaron una mejor calidad de vida que los del grupo de medicamentos. Además, en los dos años, en el grupo quirúrgico la proporción de los que podían conducir un coche pasó del 7 al 80%.
El efecto secundario más significativo de la cirugía fue un declive en la memoria. Sin embargo, la epilepsia sin controlar también puede provocar problemas de memoria.
Fuente: Journal of the American Medical Association