Uno de cada 20 hombres a los que se les extirpa la glándula prostática necesitaría una segunda operación para controlar la disfunción urinaria. Un estudio realizado por el Dr. Robert Nam, de la Universidad de Toronto, en Canadá, sobre más de 25.000 hombres con una prostatectomía revela también que la cantidad de cirugías por incontinencia urinaria se duplican a los cinco años posteriores a la primera operación.
El riesgo de incontinencia sigue y seguirá aumentando en los sobrevivientes del cáncer, comenta el Dr. Nam.
El estudio, publicado en Journal of Urology, es el primero que sugiere que la incontinencia urinaria sería una complicación en el largo plazo luego de la cirugía prostática. Los médicos deben conversar con los pacientes sobre el riesgo de tener que realizar una segunda cirugía para controlar la incontinencia, quien agregó que los médicos deben estar más atentos a los trastornos urinarios que pueden existir hasta 15 años después de la operación.
La Sociedad Estadounidense de Oncología estima que en el 2012 se diagnosticarán 241.000 nuevos casos de cáncer prostático en EUA y morirán unos 28.000 hombres por la enfermedad, uno de los principales efectos adversos de la prostatectomía es la incontinencia.
Los problemas urinarios ocurren porque en la cirugía se dañan ciertos nervios y músculos, según la Fundación del Cáncer de Próstata, un cuarto de los hombres padecen pérdidas urinarias frecuentes o falta de control de la vejiga, por lo que deben empezar a utilizar pañales a los seis meses de la prostatectomía. A los tres años, los utiliza menos del 10%.
Sin embargo, el nuevo estudio sugiere que los problemas de incontinencia persisten, el equipo del Dr. Nam revisó la información de los hospitales y los registros oncológicos de 25.346 hombres tratados con una prostatectomía radical y casi el 5% había necesitado cirugías posteriores por la incontinencia.
Y la cantidad casi se duplicó en el tiempo: del 2,6% a los cinco años de la prostatectomía al 4,8% a partir de los 15 años de la operación. Si la prostatectomía era a partir de los 60 años, se duplicaba el riesgo de necesitar una cirugía por incontinencia. En el 15% de los participantes que recibieron radioterapia después de la extirpación prostática, la posibilidad de necesitar una cirugía por incontinencia era un 50% mayor que en los que no habían recibido radioterapia.
Los resultados confirman la importancia de elegir cirujanos y hospitales con gran experiencia en el tratamiento del cáncer prostático, el riesgo de necesitar una nueva, el peligro es que los hombres consulten cuando el cáncer está muy avanzado, porque no se hicieron exámenes de control lo suficientemente temprano.