Aunque no lo creas esto es completamente verdad, existe una cirugía que promete ayudar a usar tacones muy altos sin que sientas molestias. Es una técnica que están usando las mujeres famosas y celebridades, ya que ellas deben estar usando tacones altos muchas horas todos los días y por más que todo el mundo trate de acostumbrarse, duele.
Se trata de una cirugía en los pies en donde se refuerza la cantidad de grasa que hay en esa zona de tu cuerpo, para que se formen una especie de almohadillas que ayudan a que tus pies tengan un mejor apoyo.
Esto reduce muchísimo el dolor que sufres al usar tacones, es una cirugía mínima, se realiza en menos de una hora y se utiliza anestesia local, pero debemos recordar que esta grasa colocada en los pies no dura para siempre, va siendo absorbida por el cuerpo a medida que pasa el tiempo pero se puede volver a realizar el procedimiento.
Es la última moda en retoques en el Reino Unido: operarse los pies para soportar mejor la agonía de los tacones de siete pulgadas (aproximadamente dieciocho centímetros) que lucen las artistas de firmas como Christian Louboutin (de ahí que este tipo de intervenciones se conozcan popularmente como «Loub Jobs»).
Artistas famosas como Victoria Bechkam, Gwyneth Paltrow y Katy Perry son algunas de las que ya se han sumado a esta nueva tendencia que propone usar tacones casi imposibles de soportar, ya que la curvatura del pie es tan extrema que resultan realmente incómodos. Las fashionistas británicas no quieren ser menos y cada vez demandan más este tipo de intervención, que consiste en la infiltración de materiales de relleno en los dedos gordos del pie, los talones y los metatarsos que amortiguan y hacen más soportable caminar sobre estos tacones-andamio.
Muchas mujeres tienen asumido que para presumir hay que sufrir… pero entre verse mejor con algún retoque relativamente ‘inofensivo’ como puede ser la infiltración de toxina botulínica para eliminar las arrugas o someterse a una rinoplastia para conseguir un rostro más armónico y pasar por el quirófano para poder soportar algo tan superfluo como caminar con tacones imposibles hay un trecho.