Científicos en Hong Kong encabezados por el Dr. Zhou Zhongjun, parecen haber identificado una fórmula que puede retrasar el proceso de envejecimiento en ratones, un descubrimiento que esperan aplicar a los humanos.
El hallazgo, fue publicado en la revista Cell Metabolism y surgió del trabajo del equipo de investigadores sobre el envejecimiento prematuro, o progeria, una enfermedad genética rara que afecta a uno de cada 4 millones de bebés.
La progeria es obvia en el aspecto de un niño antes de que cumpla un año, aunque sus facultades mentales son normales, dejan de crecer, pierden grasa corporal, tienen la piel arrugada y pierden pelo, como los ancianos, los bebés que padecen esta condición sufren engarrotamiento en las articulaciones y acumulación de placa en las arterias que puede llevar a enfermedades cardíacas e infartos. Muchos mueren antes de cumplir los 20 años de edad.
En la investigación, el equipo de la Universidad de Hong Kong halló que una mutación en la proteína lamina-A, que es un componente de la membrana que rodea el núcleo de las células, interrumpía el proceso de reparación de las células, lo que daba lugar a un envejecimiento acelerado, en el trabajo reciente, en el que usaron tanto ratones como experimentos en tubos de ensayo, hallaron que las proteínas lamina-A normales y saludables aglutinan y activan el gen SIRT1, que los expertos han asociado durante mucho tiempo con la longevidad.
El equipo fue más allá para ver si la eficacia de la vinculación entre la proteína lamina-A y el gen SIRT1 se vería impulsada por el resveratrol, un componente que se halla en la piel de las uvas rojas y otras frutas y que ha sido recomendado por algunos científicos como una forma de desacelerar el envejecimiento y mantener la salud.
El profesor Zhongjun, comenta que a los ratones sanos alimentados con resveratrol concentrado les fue significativamente mejor que a los roedores sanos a los que no se les ofreció el compuesto.
Los roedores con progeria vivieron un 30% más cuando fueron alimentados con resveratrol, comparado con aquellos con progeria que no habían recibido el complejo.