Células madre adultas especializadas posibilitan que los mamíferos vuelvan a desarrollar las puntas de los dedos de manos o de pies dañados, muestra un estudio reciente encabezado por el Dr. Irving Weissman, director del Instituto de Biología de las Células Madre y Medicina Regenerativa de la Universidad de Stanford. El grupo de investigadores halló que las células madre regeneradoras son específicas en cuanto al tejido, lo que quiere decir que cada una tiene un trabajo particular al regenerar huesos, piel, tendones, vasos sanguíneos o nervios.
Los hallazgos plantean dudas sobre una teoría popular que dice que las extremidades lesionadas son regeneradas por un conjunto de células consideradas «pluripotentes», lo que quiere decir que pueden convertirse en una variedad de tipos de células. Este conjunto versátil de células reparadoras se conoce como un blastema, pero parece que no tiene nada que ver con la regeneración de las puntas de los dedos.
Han mostrado de forma concluyente que lo que se pensaba que era un blastema, son simplemente las células madre residentes que ya están dispuestas a convertirse en tipos muy específicos de tejido, señala el Dr. Weissman. La controversia sobre la regeneración de las extremidades en los mamíferos probablemente se haya terminado.
Los ratones y algunos humanos tienen la capacidad de volver a desarrollar las puntas de los dedos de las manos o los pies lesionados. Para comprender mejor cómo lo logran, los investigadores etiquetaron tipos específicos de tejidos de ratones con colores fluorescentes antes de quitarles una pequeña parte de los dedos de los pies a los ratones. En el transcurso de tres meses, examinaron el tejido regenerado.
Los investigadores hallaron que cada tipo de tejido (como el que se encuentra en las uñas, huesos, tendones o vasos sanguíneos) solo podía generar ese tipo de tejido, comenta el Dr. Weissman.
Los investigadores señalaron que los hallazgos pueden ayudar a desarrollar formas para mejorar la regeneración en los humanos.
Los investigadores señalaron que también se descartó la teoría alternativa de que las células madre que circulan en la sangre podrían tener que ver con este tipo de regeneración.
El estudio, aparece en la revista Nature
Fuente: Stanford University School of Medicine