Las mujeres de mediana edad con personalidad neurótica y sometidas a un estrés prolongado podrían tener un riesgo más alto de contraer enfermedad de Alzheimer.
Un estudio publicado por la revista médica Neurology, revela que las mujeres sometidas a un estrés prolongado, ansiosas, celosas y con humor cambiante, definidas por muchos como “neuróticas” tienen dos veces más riesgo de sufrir de Alzheimer que las mujeres consideradas como tranquilas.
Aunque los investigadores consideran que los resultados serían iguales para los hombres, los resultados del presente estudio provienen de una investigación iniciada en los años 6, que únicamente incluyó a mujeres en una época en que pocos estudios médicos se enfocaban en ellas.
En el nuevo estudio, las participantes, con una edad promedio de 46 años, recibieron un seguimiento de 38 años y pruebas de memoria y personalidad que medían sus niveles de neurosis, extroversión (que se definió como tener una personalidad extrovertida) e introversión (que se definió como ser reservada o tímida).
Los autores del estudio definieron la neurosis como perturbarse con facilidad y exhibir rasgos de personalidad como ansiedad, celos o humor cambiante. Las personas con ese estilo de personalidad son más propensas, dijeron, a expresar culpa, ira, envidia, preocupación y depresión.
También se preguntó a las mujeres si habían experimentado algún periodo de estrés prolongado que durara un mes o más, y se les pidió que evaluaran el estrés en una escala de cero a cinco, que representaba estrés constante en los cinco años anteriores. Las respuestas de estrés incluían nerviosismo, problemas para dormir, miedo, irritabilidad y tensión.
Ser introvertido o extrovertido por sí mismo no pareció afectar el riesgo de demencia, pero las mujeres que se angustiaban fácilmente y eran tímidas (introvertidas) tenían el riesgo más alto de Alzheimer de todas las mujeres analizadas. Una cuarta parte de ellas desarrollaron a enfermedad, frente a solo el 13 por ciento de las que se consideraron extrovertidas y que no se angustiaban con facilidad.
Investigaciones anteriores indican que la neurosis y el estrés se asocian a cambios en el hipocampo, una estructura del cerebro que se ve afectada en forma temprana en quienes tienen la enfermedad de Alzheimer.
Otros estudios asocian un mayor riesgo de desarrollar Alzheimer en personas que duermen poco.
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