El Gobierno de Canadá pronto dejará de producir y distribuir marihuana de uso medicinal, dejando la actividad en manos del sector privado, en un cambio de política que generó fuertes críticas.
Leona Aglukkaq, ministra de Salud de Canadá, hizo el anuncio explicando que las regulaciones actuales dejan al sistema expuesto a los abusos, la ministra explica que el Gobierno había recibido preocupaciones reales por parte de funcionarios sobre cómo las personas se están escondiendo detrás de estas reglas para llevar a cabo actividades ilegales, poniendo en riesgo la salud y seguridad de los canadienses.
La ministra Aglukkaq dijo que varias empresas privadas podrán adquirir licencias para cultivar y vender el producto a precios de mercado, los pacientes con prescripción médica podrán, a partir de marzo de 2013, adquirir una variedad de cepas de marihuana de fabricantes con licencias, que son quienes establecerán los precios. Por otra parte, los individuos no tendrán permitido cultivar marihuana en sus hogares para uso personal.
La medida despertó las críticas de los doctores, quienes se quejaron porque se les está pidiendo que prescriban una sustancia que aún no ha sido probada clínicamente. Mientras que algunos riesgos del consumo de cannabis, como el de enfermedad pulmonar o psicosis están comprobados, los beneficios, por ejemplo el alivio de las náuseas y el dolor son anecdóticos.
Por su parte, activistas de la marihuana y diputados de la oposición llamaron a la despenalización de la droga tanto para uso médico como recreativo, después de que dos estados del vecino EUA legalizaran la marihuana.
La Asociación para el Acceso al CannaBis Médico, dispensadora de marihuana medicinal con sede en Montreal, comentó que a creación de un mercado comercial es ostensiblemente progresista.
Unos 26.000 canadienses están autorizados para utilizar marihuana con propósitos médicos, en comparación con los 500 que podían hacerlo una década atrás.
El departamento de Salud de Canadá vende el gramo de cannabis a 5 dólares canadienses, y se dice que el producto está fuertemente subsidiado por los contribuyentes. El valor en las calles puede llegar a ser el triple.