En la búsqueda por una mejor prueba de exploración para la enfermedad de Alzheimer inicial, el Dr. Peder Buchhave, de la Universidad de Lund y la Universidad de Skane en Suecia y su grupo de investigadores creen que han hallado un marcador de cambios en el cerebro que precede el inicio de la enfermedad en cinco-diez años.
El indicador de problemas futuros es un cambio en los niveles de componentes específicos del líquido cefalorraquídeo (LCR) en el cerebro y en la médula espinal. Entre los pacientes que ya han sido diagnosticados con deterioro cognitivo leve, un descenso en esos niveles parece ser una señal de la enfermedad de Alzheimer años antes de que se desarrollen síntomas.
El descubrimiento, que aparece en la revista Archives of General Psychiatry, puede potencialmente ayudar en el uso de terapias para modificar la enfermedad, que están diseñadas para funcionar mejor si se aplican cuando el paciente aún está en las primeras etapas de la enfermedad.
Estos marcadores pueden identificar a los individuos en alto riesgo de padecer la de enfermedad de Alzheimer en un futuro, antes de la conversión a demencia, asegura el autor del estudio, el Dr. Buchhave, se espera que pronto haya nuevas terapias disponibles que puedan retrasar o incluso detener el avance de la enfermedad. En conjunto con un diagnóstico temprano y preciso, esas terapias podrían comenzarse antes de que la degeneración neuronal sea demasiado generalizada y los pacientes ya sean dementes.
Los resultados del estudio provienen de más de nueve años de seguimiento, participaron 137 pacientes diagnosticados con deterioro cognitivo leve, un estado mental que con frecuencia precede a la demencia.
Durante el periodo del estudio, casi 54 % de los pacientes desarrollaron la enfermedad de Alzheimer, mientras que otro 16 % fueron al final diagnosticados con distintas formas de demencia.
Específicamente, entre quienes desarrollaron la enfermedad de Alzheimer, los investigadores hallaron que aspectos claves de su LCR se redujeron en los años precedentes. Además, otras propiedades del líquido en realidad aumentaron.
El equipo del estudio coemnta que alrededor de nueve de cada diez pacientes de deterioro cognitivo leve que experimenten esos cambios en el LCR eventualmente desarrollarán la enfermedad de Alzheimer.
La mayoría delos nuevos fármacos para la enfermedad de Alzheimer buscan reducir la acumulación de la placa de proteína amiloidea, y el consenso general es que estos fármacos solo funcionan en las etapas tempranas o presintomáticas de la enfermedad, este nuevo trabajo fortalece las probabilidades de que los biomarcadores del LCR puedan ser útiles para identificar la población de sujetos con enfermedad temprana o presintomática para reclutarlos en ensayos.