Una juez federal ratificó la ley estatal por la que California se convertió en el primer estado de EUA que prohibirá cualquier tratamiento destinado a cambiar la inclinación sexual de un menor de 18 años.
El pilar fundamental de la nueva ley es un informe elaborado por la American Psychological Association en el que se citan la depresión, la tendencia suicida y la ansiedad como efectos negativos de las llamadas «terapias reparadoras».
En sus conclusiones, la American Psychological Association desincentivó la práctica de esas terapias por considerar que hay insuficientes evidencias que las justifiquen y debido a que la homosexualidad no es una enfermedad mental sino una variación de la sexualidad del ser humano.
El senador Ted Lieu, autor de la ley comentó que en nombre de los incontables niños a los que se les va a ahorrar los abusos impuestos por las supuestas terapias, está entusiasmado por el hecho de que se continuará protegiendo a los menores de un serio daño.