Durante los últimos 20 años, la empresa de Biotecnología Lifeline ha estado desarrollando y probando un «sostén inteligente», convirténdose en uno de los primeros sistemas de advertencia, que puede ofrecer detección de anomalías del tejido del seno.
El sensor del brassiere deportivo mide los cambios en la temperatura de las células que se asocia con el ensanchamiento de los vasos sanguíneos que alimenta a los tumores. Un software de reconocimiento de patrones procesa la información y ayuda a identificar cambios que pudieran implicar un tumor en desarrollo.
La empresa fabricante probó su invención en 650 personas y hasta el momento, este detectó la presencia de tumores seis años antes de lo que son capaces los sistemas tradicionales. Además su nivel de exactitud es de 92.1% al clasificarlos correctamente, mucho más alto que las mamografías, precisas en un 70%.
El siguiente paso será comercializar el sistema en Europa en 2013, en EUA en 2014
La empresa afirma que esta nueva tecnología puede reducir los falsos positivos que actualmente están entre 50-60% utilizando otros métodos de detección, menos del 12% de la población de EUA desarrollarán cáncer de mama invasivo en su vida, el año pasado, 230.480 nuevos casos de cáncer de mama invasivo fueron diagnosticados.
Según la empresa el material del sujetador está recubierto con sensores que pueden detectar pequeños cambios en la temperatura del tejido mamario. El sujetador realiza un auto-examen, al final del cual los sensores son capaces de enviar los datos recogidos a Internet para ser analizadas por «algoritmos sofisticados,» los resultados de los cuales se envían al buzón personal del usuario.
A medida que los tejidos realizan la transición de normal a hiperplasia, a hiperplasia atípica, cáncer in situ, a cáncer invasivo los sostenes desarrollan una impresión distinta mediante un sensor térmico que se puede comparar con la temperatura del tejido normal.
Otras herramientas de detección temprana del cáncer de mama se han desarrollado a partir de imágenes de resonancia magnética en 3D una técnica conocida como termografía, la cual no ha sido aprobada por la FDA.