El botulismo es una enfermedad mortal que se adquiere por ingerir alimentos contaminados con la bacteria Clostridium botulinum o cuando esta entra en contacto con una herida.
La bacteria Costridium botulinium se encuentra en el suelo y el agua no potable, produce esporas que se mantienen en los alimentos mal conservados o mal enlatados o en verduras que crecen en suelos contaminados. Los alimentos que representan un mayor riesgo, son las verduras enlatadas en casa, carne de cerdo y jamón curados el pescado crudo o ahumado y la miel o el jarabe de maíz.
Cuando se adquiere esta enfermedad, los primeros síntomas pueden aparecer en un termino de entre 6 horas y 6 días. Los más comunes son :
* Dificultad para hablar
* Visión doble
* Dilatación de la pupila
* Problemas intestinales como cólicos, náuseas, vómito
* Debilidad y parálisis
* Dificultades respiratorias.
En el caso de bebés, los síntomas son estreñimiento, debilidad, llanto débil, problemas para alimentarse y dificultad para respirar.
Al ingresar al organismo, la espora del Clostridium botulinum produce una toxina, que incluso en pequeñas cantidades afecta las terminales nerviosas de los músculos, paralizándolos, estos daños también se presentan en los músculos relacionados con la respiración, provocando la muerte.
Se realiza mediante un examen físico que detecte problemas del habla, perdida de tono y función muscular, intestino paralizado. También se realizan exámenes de sangre o de heces para determinar la presencia de la toxina.
De no diagnosticarse y atenderse de manera adecuada, el paciente puede enfrentar disfagia o dificultad para tragar, sequedad orofaringea, parálisis en los músculos de la respiración y finalmente la muerte.
La base del tratamiento contra esta enfermedad es la eliminación de su toxina mediante la llamada antitoxina botulímica, al tiempo que debe administrarse al paciente el apoyo necesario para evitar que sufra problemas respiratorios.