El aceite de oliva es un aceite vegetal de uso culinario principalmente. La calidad del aceite de oliva se juzga por sus propiedades organolépticas y por su contenido de ácidos grasos libres.
Existen 2 tipos de ácidos grasos:
Los saturados, que están en las grasas de origen animal ( carne, lácteos..) aceite de coco y de aceite de palma.
Los insaturados: están en los aceites vegetales y en el pescado, estos ácidos grasos se dividen en: poliinsaturados y monoinsaturados, que son el 80% del aceite de oliva virgen, estos ácidos grasos son fundamentales para nuestras funciones vitales.
Hay muchas hormonas que se obtienen a partir del colesterol, los ácidos grasos y el colesterol se transportan en la sangre, para ello se “alían” con las hormonas formando lo que se llama asociaciones moleculares o lipoproteínas.
Dentro de estas asociaciones la llamada colesterol malo se llama lipoproteína de baja densidad LDL y la de alta densidad, que es el colesterol bueno, se llama HDL.
El colesterol malo es perjudicial porque se va asentando en las paredes de las arterias, que provoca el riesgo alto de sufrir enfermedades cardiovasculares y aterosclerosis.
El aceite de oliva, con su ácido oleico, aumenta el llamado colesterol bueno. Permite la eliminación del colesterol malo porque lo arrastra de las arterias y lo lleva hasta el hígado para que éste lo elimine.
El aceite de oliva es rico en vitaminas A, D, E y K. Favorece la absorción de minerales como el calcio, el fósforo, el magnesio y el zinc.
Por su acción contra el colesterol malo, el aceite de oliva previene la aterosclerosis y las enfermedades cariovasculares como el infarto, angina de pecho. Evita la acidez gástrica y facilita el tránsito intestinal. Ayuda a controlar el nivel de azúcar en la sangre. Es un antioxidante muy importante pues contiene polifenoles, quer son sustancias químicas que evitan la oxidación.
Por lo favorece el envejecimiento. En gran parte también por la vitamina E que tiene. Ayuda a mejorar las funciones metabólicas, por las asociaciones moleculares que forma con las hormonas. Esitmula la mineralización y la absorción del calcio, por ello es muy importante tomarlo en la infancia, que es cuando se forman los huesos y en la vejez, que es cuando se pierde densidad osea.
Es bueno para la piel, pues la tonifica y ejerce un efecto protector sobre ella.
En una de las mejores dietas, la Mediterránea, se utiliza como base en el consumo de grasa.