Limitar a los niños pequeños a dos tazas de leche al día, aconseja un estudio realizado por el Dr. Jonathan Maguire, pediatra y científico del Hospital de St. Michael, en Toronto, Canada.
Una cantidad menor no provee suficiente vitamina D, pero una cantidad mayor puede reducir el nivel de hierro.
Beber dos tazas de leche al día da a los niños pequeños cantidades adecuadas de vitamina D sin reducir sus niveles de hierro. La vitamina D y el hierro son nutrientes esenciales, sobre todo para los cerebros y cuerpos en desarrollo de los niños. En este estudio, el Dr. Maguire y los investigadores confirmaron que hay una descompensación entre ambos cuando el consumo de leche de vaca excede las dos tazas al día. El resultado del estudio se publicó en la revista Pediatrics.
La vitamina D ayuda al cuerpo a absorber el calcio, que es necesario para desarrollar huesos fuertes, también ayuda a prevenir las enfermedades autoinmunes, respiratorias y cardiovasculares. La vitamina D se halla sobre todo en los alimentos fortificados, como la leche. El cuerpo también produce vitamina D tras la exposición a la luz del sol.
El hierro es necesario para el desarrollo cerebral, la escasez de hierro, aunque no sea suficientemente grave para ser diagnosticada como anemia, puede dañar el desarrollo de las habilidades físicas y mentales.
Para ver si podían crear recomendaciones que tomaran en cuenta tanto la vitamina D como el hierro, el Dr. Maguire y colegas reclutaron a más de 1,300 niños pequeños de dos a cinco años de edad. Los padres reportaron cuánta leche consumían los niños habitualmente. Los niveles de vitamina D y de hierro de los niños se midieron a través de una prueba de sangre.
Los investigadores hallaron que a medida que el consumo de leche de vaca aumentaba, los niveles de vitamina D crecían, pero los de hierro se reducían. Dos tazas de leche de vaca al día proveían de suficiente vitamina D para la mayoría de los niños, según el estudio. Sin embargo, en los meses de invierno, para los niños con la piel más oscura dos tazas de leche no eran suficientes para mantener los niveles adecuados de vitamina D. Los autores del estudio sugieren que para esos niños, quizás sea necesario tomar complementos de vitamina D en invierno.
Fuente:Pediatrics