Los niños con autismo tienden a ser menos activos que los sanos. Los niños con autismo son más sedentarios que los que no tienen el trastorno, pero son totalmente capaces de ser más activos, según sugiere reciente estudio publicado en la revista Autism Reaserch and Treatment (Autismo: Investigación y Tratamiento).
Los investigadores realizaron pruebas de la condición física y midieron niveles de actividad de 29 niños, algunos con autismo y otros sin el trastorno. Los niños con autismo promediaron 50 minutos menos al día de actividad física moderada y estuvieron sentados un promedio de 70 minutos más cada día que los que no tenían autismo.
Los 17 niños con autismo obtuvieron una peor puntuación en la fuerza, aunque una puntuación parecida en el índice de masa muscular (una medida de la grasa corporal basada en la estatura y el peso) y en los niveles de condición física aeróbica y de flexibilidad, que los 12 niños sin autismo.
Los especialistas recomiendan que los padres inciten a su hijo con autismo a realizar actividad física, llevándolos a jugar al parque todos los días o por lo menos sacarlos a caminar.
En México se estima que de cada 150 niños, uno nace con autismo, mientras que en los Estados Unidos los datos epidemiológicos refieren que uno de cada 68 niños tiene un trastorno del espectro autista. Las características principales del autismo son trastornos la comunicación y las habilidades sociales, así como las conductas repetitivas.
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