Recientes estudios revelan un incremento en la cantidad de neuronas en la corteza prefrontal de los niños con autismo así como una expresión genética anormal confirmando el origen prenatal del autismo o de la predisposición al mismo.
Si bien se considera que el origen del autismo es multifactorial, las investigaciones científicas demuestran que los niños nacen con una predisposición a desarrollar la enfermedad.
La doctora Dora Gilda Mayén explica que los humanos tenemos un sinnúmero de genes distribuidos a lo largo del genoma, los cuales han permitido formar pruebas de diagnóstico a través de micro arreglos o técnicas novedosas como MLPA que nos detectan a lo largo del genoma alrededor de 50 variantes en este que pueden predisponer a la enfermedad.
Otros factores que parecen incrementar la posibilidad de tener un hijo con autismo tienen que ver con la edad paterna avanzada. La Dra. Mayén revela que se ha hablado de la edad paterna por arriba de los 50 años y también de algunos factores nutricionales que influyen en el desarrollo del autismo pero estos genes han permitido que ahora podemos explicar entre el 30 y el 40 % con una base genética.
La clave para el manejo del autismo es una intervención temprana con el abordaje necesario para favorecer el desarrollo de los niños con autismo. La psicóloga Jennifer Estavillo, refiere que el niño dentro del espectro autista va a tener afectadas dos áreas principalmente la del lenguaje y la de comportamiento y hay escuelas especiales, estas escuelas están incorporadas a la SEP y son parte de un proyecto de educación especial y estos colegios son los que abarcan estas áreas de aprendizaje especial para los niños con autismo.
En las escuelas especiales para niños con autismo los grupos son reducidos y los niños se agrupan de acuerdo con sus manifestaciones clínicas. Con un abordaje multidisciplinario se les prepara en el ámbito académico, con especial atención a la convivencia y el desarrollo de las relaciones interpersonales.
La psicóloga Estavillo explica que se espera que después de la intervención temprana, los niños con autismo puedan avanzar dentro del espectro y se vuelvan mucho más funcionales, hay universidades con proyectos de inclusión educativa que también los está ayudando en una educación especial ya a nivel universitario para los jóvenes con autismo.
El abordaje multidisciplinario en las escuelas especiales para niños con autismo proporciona un soporte en cuanto al lenguaje y el comportamiento, elementales para el desenvolvimiento de la persona con autismo en la sociedad.
Es fundamental un diagnóstico oportuno del autismo, para que los niños puedan recibir la terapia necesaria, idealmente, a partir de los dos años de edad.
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