Estudios sugieren que las garrapatas infectan a 300,000 personas cada año, una cifra alrededor de diez veces más alta que el número de casos reportados anualmente a los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades (CDC) de EUA según un informe dado a conocer por el Dr. Paul Mead, jefe de epidemiología.
Los datos provienen de tres estudios que utilizan distintos métodos para determinar el número de estadounidenses diagnosticados con la enfermedad transmitida por garrapatas.
Cada año, más de 30,000 casos de enfermedad de Lyme se reportan a los CDC, siendo la enfermedad transmitida por garrapatas más comúnmente reportada del país. Sin embargo, estos hallazgos sugieren que esa cifra está bastante por debajo del número real de casos.
La vigilancia de rutina solo ofrece una parte del panorama, el verdadero número de enfermedades es mucho mayor, asegura el Dr. Paul Mead, jefe de epidemiología y vigilancia del programa sobre la enfermedad de Lyme de la agencia.
La enfermedad de Lyme es un tremendo problema de salud pública y claramente resalta la necesidad urgente de prevención.
Las personas pueden prevenir las mordeduras de las garrapatas tomando algunas medidas, como el uso de repelente y revisando si tienen garrapatas. Un método comunitario incluiría que los propietarios de las viviendas intenten matar a las garrapatas de sus patios, y que las comunidades aborden una serie de problemas, como los roedores que portan la bacteria de la enfermedad de Lyme, el planeamiento suburbano y la interacción entre las personas, los roedores y las garrapatas.
La bacteria que provoca la enfermedad de Lyme es transmitida a las personas a través de la mordedura de garrapatas de pata negra infectada. Los síntomas típicos incluyen fiebre, dolor de cabeza, fatiga y un sarpullido en forma de diana. Si no se trata, la enfermedad de Lyme puede propagarse a las articulaciones, el corazón y el sistema nervioso.
Las personas deben usar repelente contra insectos, revisar a diario si tienen garrapatas, ducharse después de estar al aire libre, y acudir al médico si tienen fiebre y sarpullido.
Fuente: U.S. Centers for Disease Control and Prevention