La resistencia a los fármacos contra el VIH, el virus causante del SIDA, ha aumentado en partes de África y Asia, las zonas más afectadas por la pandemia, aunque la situación no es alarmante, según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Entre los infectados que toman antirretrovirales, la transmisión del VIH resistente sigue obstaculizando la eficacia del tratamiento, los datos disponibles sugieren que a pesar de la rápida expansión de las poblaciones infectadas que acceden a tratamientos antirretrovirales, el aumento de la resistencia del VIH a estos tratamientos se mantuvo en los niveles esperados.
En otras palabras, la fuerte expansión de las terapias antirretrovirales no ha provocado un aumento incontrolado de los casos de resistencia adquirida por transmisión viral.
La resistencia a los medicamentos puede ocurrir cuando el virus muta de forma natural, cuando el tratamiento se interrumpe o cuando los pacientes no toman los medicamentos correctamente.
Más de ocho millones de personas infectadas con el VIH en los países de ingresos bajos y medios tomaban antirretrovirales a finales de 2011, una cifra récord y un alza de 20% con respecto a 2010, según estimaciones de ONUSIDA.
Desde 2004, el número de personas con VIH que tiene acceso a estos tratamientos en esos países se ha multiplicado por 26, según la OMS, la tasa de resistencia viral a los antirretrovirales transmitida a las poblaciones tratadas en los países de ingresos bajos y medios aumentó un 6% entre 2003 y 2010.
En los estudios realizados por la OMS en más de 5.000 personas en 12 países de ingresos bajos y medios, la resistencia del virus a cualquier clase de fármaco osciló entre el 4,8% en 2007 al 6,8% en 2010.
Después de un año de terapia con antirretrovirales, 3.475 personas seguían vivas. De ellas, 3.219 fueron analizadas y algo más del 90% tenía una carga viral indetectable.
Entre quienes la terapia con antirretrovirales no funcionó, el 72% resultó resistente a un determinado tipo de antirretrovirales conocido como NNRTI, como la nevirapina.
El informe señala que si los casos de resistencia viral a los antirretrovirales se detectan a tiempo, a menudo basta con cambiar de antirretroviral para que, en la mayoría de los casos, la terapia resulte eficiente.
Por lo tanto, vigilar la resistencia viral es esencial, indicó el organismo.
Por otra parte, la OMS dijo que su programa de vigilancia de las primeras señales de resistencia en 50 países ha identificado deficiencias importantes en la prestación de servicios y en los sistemas que ofrecen tratamiento.
En países de altos ingresos, en Europa, Estados Unidos, Australia o Japón, donde las personas con VIH se tratan con antirretrovirales desde finales de 1990, la proporción de quienes llegan a suprimir la carga viral ha aumentado en los últimos 20 años y la tasa de sujetos resistentes a estos tratamientos se ha estancado. Es de 10 a 17%.