La cantidad de personas que utiliza modafinilo, un fármaco para la narcolepsia y los trastornos del sueño que producen los turnos laborales rotativos, aumentó casi 10 veces en la última década.
La mayoría de las recetas de modafinilo eran para tratar la depresión y la esclerosis múltiple. El modafinilo sigue siendo un buen medicameto en las circunstancias clínicas adecuadas, pero como ocurre con otros productos, son más las indicaciones para usos no aprobados. Los pacientes y los médicos deben ser muy cautos en esos casos, comenta el Dr. David Claman, quien con su equipo de la University of California, en San Francisco, utilizó una muestra representativa de consultas ambulatorias para analizar las recetas de modafinilo y los diagnósticos asociados en pacientes atendidos entre 2002 y 2009.
En ese período, la cantidad de pacientes a quienes se les recetó el fármaco (Provigil), aumentó de 58.000 a 556.000, el crecimiento fue más acelerado (15 veces) entre los pacientes sin enfermedades para las que la Administración de Alimentos y Medicamentos aprobó el uso de modafinilo. Ese tipo de indicación se conoce como «uso no oficial», que ocurrió en el 89% de los casos tratados con modafinilo durante el período estudiado.
Los psiquiatras y los neurólogos son especialmente propensos a recetarlo. El modafinilo tiene efectos adversos, como cefaleas, mareos, somnolencia diurna y alteraciones estomacales. También está asociado con reacciones alérgicas graves en el hígado, los médicos deben comparar riesgos y beneficios.
Fuente: JAMA Internal Medicine