En EUA actualmente se prescriben antipsicóticos en una de cada tres consultas psiquiátricas de niños y adolescentes, comparado con una de cada 11 en la década de 1990. El nuevo estudio estuvo a cargo del Dr. Mark Olfson, profesor de psiquiatría clínica de la Columbia University, en Nueva York, y ellos atribuyen gran parte de ese aumento a que los médicos indican los fármacos para tratar conductas disruptivas, como el trastorno de déficit de atención con hiperactividad (TDAH)
Aunque la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EUA no aprobó ninguna terapia para esos desórdenes en la población pediátrica. Están aprobados para tratar la esquizofrenia, el trastorno bipolar y la irritabilidad con el autismo, pero no para el TDAH, aclara el Dr. Olfson, los resultados del estudio se publicaron en la revista especializada Archives of General Psychiatry.
Halló que el 90% de los antipsicóticos recetados a niños y adolescentes, eran para un uso no aprobado. En el 2011, un estudio de la University of Massachusetts reveló que los niños que tomaban antipsicóticos eran cuatro veces más propensos a desarrollar diabetes que los que no los usaban. En septiembre, un panel asesor de la FDA cuestionó el uso de esos fármacos e instó a la agencia a monitorear el aumento de peso y la aparición de enfermedades metabólicas en esos pacientes.
Para algunos de esos niños, su uso podría aumentarles el riesgo futuro de desarrollar trastornos metabólicos. Con su equipo, el experto analizó información de casi medio millón de consultas médicas en EUA. La indicación de tomar antipsicóticos creció en todos los grupos etarios, incluidos los adultos, en los niños y los adolescentes, esa tendencia fue aún más acentuada.
La cantidad de pacientes pediátricos tratados con antipsicóticos aumentó de 0,24 de cada 100 entre 1993 y 1998 a 1,83 de cada 100 entre el 2005 y el 2009. En los adolescentes, el aumento fue de 0,78 de cada 100 en los años 90 a 3,76 en la década siguiente. No hay duda de que se están usando más que antes en niños y adolescentes, pero estos resultados son sólo de la población que concurre a los consultorios de los médicos, no a las clínicas, los centros comunitarios de salud y otras instituciones médicas.
El equipo no pudo determinar la duración del tratamiento ni si las cifras incluían consultas reiteradas de los mismos pacientes. Aun así, el Dr. Olfson espera que los padres pregunten más sobre los efectos del uso de los antipsicóticos y si existen tratamientos alternativos.
Fuente: Archives of General Psychiatry