Después del alcohol y el tabaco, la droga que más consumen los jóvenes es la mariguana, con la que se inician desde los 12 años, lo que según una investigación encabezada por Madeline H. Meier, investigadora con posdoctorado en la Universidad de Duke en EUA, y que fue publicada en la revista Proceedings, de la Academia Nacional de las Ciencias, puede ocasionar daños mentales severos.
Cifras publicadas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), revelan que entre las sustancias adictivas se diferencian dos tipos: las legales siendo las principales son el café, el alcohol y el tabaco, y las ilegales, que cubren una amplia variedad de sustancias que tienen efectos distintos a nivel conductual, perceptual y emocional en las personas que las consumen.
Al igual que sus efectos, las consecuencias a mediano y largo plazo varían dependiendo de la droga y el tiempo de consumo. Por ejemplo, una droga que de manera coloquial se considera como inocua es la mariguana, pero estudios longitudinales entre los consumidores consuetudinarios han encontrado que afecta la retención de la memoria a largo plazo y la motilidad de los espermatozoides.
La falta de información al respecto ha permitido que se mantenga entre los consumidores, y la misma sociedad, el mito de que algunas drogas no causan tanto daño a la salud, ya que las consideran “naturales”, como en el caso de la mariguana que no es procesada con algún químico previo a su consumo.
Según la investigación efectuada en un grupo de 1 mil 037 de personas nacidas entre 1972 y 1973 en Dunedin, en Nueva Zelanda, demuestra que los individuos que empezaron a consumir mariguana en la adolescencia y que continuaron con su consumo durante la edad adulta presentaron un promedio de disminución de su Coeficiente Intelectual (IQ) de 8 puntos cuando se compararon sus pruebas realizadas a los 13 y a los 38 años.
De acuerdo con la difusión en la revista de la Academia Nacional de las Ciencias, la pérdida de inteligencia, déficit de atención y problemas de memoria son algunas consecuencias del uso persistente y dependiente de mariguana cuando se realiza antes de los 18 años.
Esta información pone en alerta en materia de salud, ya que las estadísticas más actuales, obtenidas a través de la Encuesta Nacional de Adicciones indican que el consumo de la mariguana comienza a los 12 años, y constituye la sustancia ilegal de mayor uso entre los adolescentes.
La incidencia acumulada de consumo de mariguana, en la población de 12 a 25 años de edad, es de 2.7%, para cocaína 1.1%, y de estimulantes tipo anfetamínico sólo 0.4%.
A nivel nacional, la incidencia acumulada de consumo de mariguana es 3.8, de cocaína 2.2 y de drogas estimulantes tipo anfetamínico 0.6 por cada 100 personas en este grupo de edad.
Considerado como un fenómeno que actualmente afecta a la población juvenil, los resultados de la Encuesta Nacional de Adicciones señalaron que la edad de inicio para el consumo de algunas drogas ilícitas es típicamente temprana.
Datos del INEGI indican que más de la mitad de los usuarios de mariguana (59.2%) y cualquier droga (52.8 %) se inició antes de la mayoría de edad, 17 en promedio; en cambio, el total de los consumidores de tranquilizantes, anfetaminas o estimulantes y crack informó haberse iniciado entre los 18 y 25 años de edad.
Cabe resaltar que a nivel nacional, los inhalables (63.3%), la mariguana (55.7%) y los sedantes (50.9%) son las principales drogas de consumo en los jóvenes de 12 a 17 años.
Mientras que la población de 18 a 25 años consume otras drogas alucinógenos 53.1% y cocaína 48.5%.
La clave en cuanto a los riesgos a la salud por el consumo de la mariguana es la edad en el inicio del consumo, así como el desarrollo del cerebro.
El informe apunta que los individuos que no consumieron mariguana hasta después de los 18 años o en su edad adulta, tenían ya el cerebro bien desarrollado y por lo tanto no mostraban deficiencia en el Coeficiente Intelectual (IQ).
La Dra. Meier señaló que antes de la mayoría de edad, el cerebro todavía está en formación y organización para ser más eficiente y por lo tanto es más vulnerable a las drogas.
Lo que permite concluir que la mariguana no es inofensiva, particularmente para los adolescentes.
Una de las maneras de comprobar esta relación dañina entre la mariguana y el deterioro mental, es dirigirse a los resultados escolares, ya que según los expertos se ha comprobado que 60% de los repetidores en el sistema educativo consumen de forma habitual alcohol y mariguana.
Los investigadores reportaron que estos usuarios frecuentes a la mariguana tienen problemas de atención y de memoria, y que pierden la capacidad de concentración y olvidan realizar tareas.