Los bebés amamantados por más tiempo tuvieron un mayor rendimiento en las pruebas de lenguaje e inteligencia realizados a los tres y siete años, según indica un nuevo estudio dirigido por la Dra. Mandy Belfort, del Hospital de Niños de Boston en EUA.
La Dra. Belfort y su equipo de investigadores hallaron que por cada mes más que las madres los habían amamantado, los niños rendían mejor en esas pruebas. Dado el tamaño del beneficio, esta información debe servir a las mujeres que están pensando en cuánto tiempo van a amamantar a sus bebés pues existen muchos factores que influyen en esa decisión.
Los resultados respaldan las recomendaciones de la Academia Estadounidense de Pediatría y otros grupos sobre la lactancia materna exclusiva hasta los seis meses de vida, seguida de una combinación con alimentos sólidos.
El equipo de la Dra. Belfort estudió a 1.312 mujeres de Massachusetts que habían quedado embarazadas y a sus bebés. Las mujeres respondieron si alguna vez habían amamantado y qué edad tenía el bebé cuando dejaron de hacerlo. Luego, el equipo evaluó la inteligencia de las mujeres y los niños. En las pruebas de inteligencia a los tres años, los niños obtuvieron un promedio de 103,7 puntos. Tras considerar la inteligencia materna y otros factores familiares, el equipo observó que cada mes extra de lactancia materna estaba asociado con una mejoría de 0,21 puntos en el rendimiento.
Los niños alimentados sólo con leche materna durante los primeros seis meses de vida obtuvieron tres puntos más en la prueba de lenguaje que los niños criados con fórmula solamente.
En las pruebas de inteligencia que incluían lectura y escritura a los siete años, el resultado promedio fue de 112,5 puntos y cada mes extra de lactancia materna estuvo asociado con una mejoría de 0,35 puntos.
La Dra. Belfort comenta que un padre o un docente no advertiría en un niño una diferencia de unos pocos puntos en las pruebas de inteligencia. Su importancia es más poblacional o social.
Fuente: JAMA Pediatrics