La asimetría de mamas es una condición sumamente común, especialmente en la adolescencia cuando el tejido mamario está creciendo bajo los efectos de las hormonas femeninas. Si bien la diferencia entre la mama derecha y la izquierda puede ser grande, en ocasiones casi el doble del tamaño, en la mayoría de los casos no hay motivos para preocuparse.
La asimetría de mamas no solamente implica una diferencia de tamaño, también puede variar la forma entre el lado derecho y el izquierdo o el sitio de ubicación del complejo areola-pezón, con casos extremos donde existe ausencia del mismo en uno de los lados.
Una de las mamas puede estar más caída que la otra o una completamente desarrollada y la otra prácticamente ausente.
La asimetría de mamas puede ser hereditaria o causada por golpes, quemaduras o radioterapia. En ocasiones se acompaña de defectos óseos como el tórax excavado, donde el pecho está hundido, la condición opuesta llamada pecho de paloma o deformidades de la columna vertebral.
En la mayoría de los casos, cuando no existe patología subyacente, la asimetría de mamas se corrige sola, sin necesidad de intervención alguna, al llegar a la edad adulta. Cuando la asimetría de mamas persiste en forma notoria en al edad adulta y representa un problema estético que genera baja autoestima y complejos en la mujer, se puede optar por la cirugía estética, ya sea para aumentar el tamaño de la pequeña o disminuir el volumen de la grande.
Hay que destacar sin embargo, que existen casos poco frecuentes en los cuales se presentan problemas serios en las mamas que pueden pasarse por alto. Es importante que si una mujer, durante su autoexploración mensual, nota algún cambio en sus mamas, consulte a su médico a fin de descartar cáncer de mama u otra patología menos grave.
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