La Artritis Gotosa, más conocida como Gota, es un padecimiento ocasionado por la acumulación de cristales de ácido úrico en las articulaciones, especialmente de piernas y pies lo que genera severos problemas de dolor.
Ese padecimiento es más frecuente en varones y aparece por los general alrededor de los 50 años. En las mujeres puede aparecer después de la menopausia.
En el caso de la Artritis Gotosa aguda, el dolor es extremo y aparece de manera súbita en alguna articulación de las extremidades inferiores, generalmente durante la noche. En la mitad de los casos, la zona afectada es el dedo gordo del pie pero también puede aparecer en el empeine, la rodilla, la muñeca o el codo Poco después se presenta inflamación, enrojecimiento, calor y el dolor se extiende a la zona circundante y se incrementa al tocar el área.
Con los años, se puede desarrollar la Artritis Gotosa Crónica, en la que el dolor puede afectar a diversas zonas del cuerpo por la acumulación de cristales de ácido úrico y las articulaciones pueden llegar a presentar deformaciones. Es causada por una sobreproducción de ácido úrico, o cuando el riñón no lo puede eliminar en las cantidades adecuadas.
Este exceso se considera está relacionado con una dieta alta en purina, que es una sustancia que se genera por la metabolización de alimentos como el hígado, carne rojas, mariscos, frijoles y salsa de carne.
También existen algunos factores de riesgo que predisponen a su desarrollo como son la obesidad, Hipertensión Arterial, alcoholismo (en especial el consumo de cerveza), el uso constante de diuréticos, el consumo de algunos fármacos, tener una enfermedad renal o un historial familiar de esta enfermedad.
La Gota puede ser de tipo Agudo, cuando se presentan ataques de manera súbita en una articulación, o Crónica, cuando se vuelve recurrente y los cristales se acumulan en varias zonas del cuerpo, como lóbulo de las orejas, manos, muñecas, codos, y pies, generando dolor persistente.
La detección se realiza mediante la elaboración del historial clínico y una exploración física. Esto se complementa con la toma de una muestra de líquido de la articulación afectada, para buscar cristales de ácido úrico, se realizan estudios como radiografías de la articulación afectada y exámenes de sangre y orina para detectar niveles altos de ácido úrico.
Cuando el paciente ha sufrido de Gota por muchos años , puede desarrollar deformidad en las articulaciones, cálculos renales e incluso insuficiencia renal crónica.
La Artritis Gotosa es incurable, pero existen tratamientos que pueden mantener la enfermedad bajo control. Los médicos recomiendan fármacos orientados a tratar los ataques de dolor, en tanto que otros se destinan a reducir la producción de ácido úrico y a facilitar su eliminación por los riñones. Estos medicamentos deben ser recomendados por el especialista, a fin de que sea el adecuado para cada caso y porque algunos de ellos pueden generar efectos secundarios, el tratamiento incluye una dieta que elimine los alimentos que producen ácido úrico, evitar el alcohol y bajar de peso, pero de manera gradual, para no desencadenar otras crisis.