Usando una aplicación del teléfono celular que permite realizar un detallado seguimiento de lo que se come y la cantidad de actividad física, facilita mucho bajar de peso.
Esto lo determinó un estudio realizado por la Dra. Bonnie Spring y su equipo de investigadores de la Universidad Northwestern.
Pero el uso de la tecnología cumplió su promesa cuando el usuario también asistió a clases regulares sobre la importancia, el consumo constante de buena nutrición y ejercicio físico. El solo uso de la aplicación no fue suficiente.
La aplicación es importante porque ayuda a las personas a regular su comportamiento, lo cual es algo realmente complejo, explica la Dra. Spring.
La mayoría de las personas no tenemos idea de cuántas calorías consumimos a diario o de la cantidad de actividad física que hacemos. Esta aplicación proporciona información sobre estos temas y ayuda a tomar decisiones inteligentes. Este es el primer estudio que demuestra que usar la tecnología, sumado a un programa de charlas para bajar de peso logra producir una pérdida de peso sostenible en el cuerpo.
Hay muchas apps similares en el mercado pero, en general, no están basadas en evidencias ni han superado pruebas de eficacia en protocolos de investigación rigurosos.
El estudio incluyó 69 adultos con sobrepeso y obesos, básicamente varones, con un promedio de edad de 58 años, todos los participantes recibieron clases de educación sobre nutrición, el ejercicio y el cambio de comportamiento dos veces al mes durante los primeros seis meses y una vez al mes durante el resto del año.
Cada participante recibió una serie de metas semanales de ingesta de calorías basado en su peso actual y también de actividad física sobre la base de su nivel actual de actividad.
Los participantes que recibieron el tratamiento habitual registraron su alimentación y actividad en papel, en forma tradicional. Los que pasaron por el tratamiento experimental usaron el Smartphone para transmitir sus datos a un supervisor, que interactuaba con la persona, en forma telefónica, durante 10 a 15 minutos aproximadamente dos veces por mes.
Las personas que usaron este sistema y asistieron a los cursos de nutrición sana perdieron, en promedio, 7 kilos y mantuvieron esa ganancia a lo largo de un año.
Quienes solo usaron el Smartphone (sin cursos presenciales) perdieron 4 kilos. Y el grupo de control que no tuvo ninguna de estas dos intervenciones (solo clases generales de bienestar) no perdió peso.
Los participantes, que eran todos mayores, no tenían experiencia previa usando tecnologías de celulares inteligentes. Y ese fue otro dato importante: algunas personas piensan que las personas mayores no utilizará las intervenciones tecnológicas, pero eso no resultó así.
Este enfoque permite a los pacientes a ayudarse a sí mismos en el día a día, ayudar a las personas a perder cantidades significativas de peso y a no tener un negativo efecto rebote, realizar un seguimiento de su propia alimentación y de su actividad física, sin dejar de asistir periódicamentea un médico supervisor.