La ambición puede conducir el éxito laboral o económico pero tiene su precio, las personas ambiciosas presentan una salud más deteriorada y una mortalidad más elevada.
El psicólogo Timothy Judge de la Universidad de Notre Dame en EUA, realizó una investigación donde halló que las personas ambiciosas suelen tener carreras más exitosas y salarios más altos, pero eso no significa que sean más felices.
Al parecer las personas ambiciosas están predispuestas a conseguir todo, sin embargo, la ambición impacta la satisfacción con la vida propia y afecta negativamente la longevidad. Por lo tanto, la gente ambiciosa sí tiene carreras más exitosas pero esto no parece trasladarse a una vida más feliz y saludable.
Las conclusiones fueron publicadas en la revista Journal of Applied Psychology.
El psicólogo Judge trabajó con 717 personas y siguió de cerca su carrera durante varias décadas, comenzando en su infancia, siguiendo su inserción laboral y en algunos casos llegando hasta su muerte. Los voluntarios tuvieron diferentes niveles de educación, ya que algunos fueron a las mejores universidades y otros solo terminaron el secundario.
El experto los entrevistó en distintos momentos de su vida y notó que la ambición va acompañada de mejores resultados laborales y económicos pero la salud y la satisfacción suelen ser peores. De hecho, la gente ambiciosa suele morir más joven.
Quizás todo lo que invierten en sus carreras afecta los factores que mejoran la expectativa de vida, como las conductas saludables, las relaciones estables y las redes sociales profundas. La ambición tiene sus costos.
El especialista comenta que la mayoría de los padres quiere que sus hijos sean ambiciosos, vayan a las mejores escuelas y tengan carreras exitosas, pero lograr todo esto no significa que los chicos vayan a ser más felices. Si el mayor deseo de los padres es que los chicos sean felices y estén sanos, lo mejor es no enfatizar los éxitos profesionales. Hay límites a lo que la ambición puede brindar.