Un nuevo estudio reporta que las niñas expuestas a niveles más altos de bisfenol A (BPA) antes de nacer tenían más trastornos de conducta y eran más ansiosas e hiperactivas que si habían estado en contacto con pequeñas cantidades de la sustancia química.
Casi todas las mujeres y los niños tenían rastros de BPA en orina, la gran mayoría de los niños tenían un desarrollo normal y no reunía criterio clínico alguno asociado con los trastornos de conducta», afirma el autor del estudio, Dr. Joe Braun, de la Escuela de Salud Pública de Harvard, en Boston.
El equipo del Dr. Braun obtuvo muestras de orina de 244mujeres embarazadas de Cincinnati; lo hizo dos veces durante el embarazo y una vez después del parto para medir los niveles de BPA. Anualmente, les midió los niveles de BPA a los niños.
A los 3 años de los niños, los padres respondieron cuestionarios sobre la ansiedad, la depresión, la agresión y la hiperactividad de sus hijos, y cualquier otro trastorno conductual o para controlar las emociones.
Casi todas las mujeres tenían BPA en orina (2 microgramos/litro). Por cada 10 puntos más de concentración en el embarazo, las niñas, pero no los varones, tenían resultados significativamente más altos en los test de ansiedad y depresión, pero más bajos en control conductual y emocional.
En los cuestionarios, en los que un resultado de 50 representa a los niños promedio, aquellos aumentos eran de entre 9 y 12 puntos, un efecto bastante evidente y que los padres advertirían, indicó el Dr. Braun.
Los resultados del estudio se publicaron en la revista Pediatrics.
El BPA es un «disruptor endócrino» que imita o interfiere con hormonas que el organismo produce naturalmente. Canadá y la Unión Europea prohibieron su uso en los biberones.
Fuente: Pediatrics