El estudio coordinado por Susana Jiménez Murcia del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge en Barcelona España, afirma que la edad del paciente influye en la presentación del trastorno de juego patológico y en su evolución clínica. Los resultados, asocian una edad de inicio más precoz a una mayor severidad en la conducta del juego.
Los investigadores han demostrado que la edad del paciente influye en la presentación del trastorno de juego patológico y en su evolución clínica.
El estudio se realizó con más de 2.300 pacientes de entre 17 y 86 años, algunos rasgos de personalidad asociados a la edad son factores de riesgo en las diversas etapas de la vida, los pacientes más jóvenes ( entre 17 y 35 años) tienen más tendencia a la impulsividad y a buscar nuevas sensaciones, lo que actúa como factores precipitantes de la adicción al juego. En cambio, en las personas de edad avanzada (entre 55 y 86 años) estos factores de riesgo disminuyen y aumentan otros como la evitación del daño (tendencia a la angustia y a la preocupación excesiva) y la cooperación.
Las personas mayores no juegan tanto por buscar el premio, por el reto de ganar o por la competitividad como hacen los jóvenes, sino que lo hacen para modular estados emocionales negativos, los pacientes mayores huyen de sentimientos de soledad, insatisfacción o incluso de malestar físico.
El único factor de la personalidad que no varía con la edad es la autodirección, la capacidad de tomar las riendas de nuestra vida, de ser persistentes con un objetivo, el trabajo confirma que este factor es bajo en todas las etapas y puede dar la clave para actuar en el tratamiento y en la prevención del trastorno.
El estudio asocia los jóvenes con una edad de inicio más precoz con mayor severidad en la conducta del juego, una intervención precoz en estos pacientes hace que se controle el problema en las primeras fases y se puedan dar herramientas al paciente para que lo tenga controlado.
El juego patológico es un trastorno transitorio y episódico en la vida del paciente, en determinados momentos de la vida y por influencia de factores sociales, ambientales y personales se puede controlar mejor esta conducta y, en cambio, en otras no, haciendo que se complique mucho la psicopatología. No se trata de un trastorno crónico.
En los pacientes entre 55 y 86 años, el trastorno está asociado a problemas de salud, mientras que en los de mediana edad se asocia a mayores problemas económicos. El estudio también ha detectado un inicio en el juego más tardío en las mujeres, hacia los 35-40 años, mientras que los hombres empiezan a jugar más jóvenes.
En los últimos años ha cambiado el perfil del paciente como consecuencia del auge del juego por internet, actualmente llegan a la consulta pacientes más jóvenes, con estudios universitarios y niveles socioeconómicos más elevados, se debe continuar trabajando para promover el juego responsable y también informar del riesgo potencial del juego.
Los resultados del estudio se publicaron en la revista Journal of Gambling Studies.