Un estudio dirigido por el Dr. Ronald Iannotti, de University of Massachusetts, Boston en EUA, sugiere que en la última década los niños y los adolescentes de EUA, han empezado a moverse más y a mirar menos televisión.
Con encuestas realizadas en escuelas de nivel medio y secundario, el equipo observó un aumento en la cantidad de días a la semana que los alumnos desayunan y comen frutas y verduras. Esas tendencias coinciden con una estabilidad, pero no un descenso, de las tasas de obesidad.
Sería importante que todos los esfuerzos de salud pública estén orientados a aumentar la actividad física y el consumo de frutas y verduras, comenta el Dr. Iannotti, el hecho de que (la obesidad) se esté estabilizando es una sorpresa y un gran cambio desde el aumento sostenido que se ha visto actualmente.
El Dr. Iannotti y su equipo analizaron los resultados obtenidos con una muestra nacional de alumnos de entre sexto y décimo grado en los períodos 2001 a 2010 que participaron en el estudio Conductas de Salud en Niños de Edad Escolar. En cada período, se reunieron respuestas de entre 9.000 y 15.000 adolescentes.
Los autores detectaron tendencias alentadoras en la mayoría de los hábitos alimentarios y del estilo de vida. Por ejemplo, la cantidad de días por semana que los participantes hacían actividad física durante por lo menos 60 minutos creció de 4,3 a 4,5 en varones y mujeres. Los alumnos desayunaban tres días por semana en la primera encuesta y 3,3 días en la última. La cantidad promedio de horas diarias que los participantes miraban televisión disminuyó de 3,1 a 2,4, tanto en la semana como los fines de semana. También aumentó levemente el consumo de frutas y verduras, aunque se mantuvo en menos de una porción diaria de cada uno, en promedio, y disminuyó el consumo de golosinas y refrescos con gas. Los resultados del estudio se publicaron en la revista Pediatrics.
Quizá se necesiten unos años más para que los cambios de conducta se transformen en una variación de las tasas de obesidad, se deben proponer cambios positivos en la actividad física, la conducta sedentaria y la alimentación. Aunque el consumo está mejorando, la recomendación indica que hay que comer cinco porciones diarias de frutas y verduras. Y en la realidad no se superan una o dos porciones.
Fuente: Pediatrics