En un estudio realizado por el Dr. Wei Wang y su equipo de investigadores del Laboratorio de Enfermedades Neurológicas del Ministerio de Educación en China, observaron que la funcionalidad de los pacientes con parálisis facial mejoró significativamente con una técnica de acupuntura más intensiva que la tradicional.
Los autores observaron que mover las agujas de acupuntura para producir una sensación llamada «de qi» aumentó las posibilidades de recuperar los movimientos faciales en seis meses. El ‘de qi’ debería incluirse en las guías para el tratamiento con acupuntura, opina el Dr. Wang.
El «de qi» es una combinación de sensaciones (dolor, frío, calor y hormigueo) que la medicina tradicional china considera fundamental para lograr el mayor efecto terapéutico, pero eso no se había demostrado, el Dr. Wang con su equipo estudió a 317 adultos con parálisis de Bell, que asistieron a cinco sesiones de acupuntura de media hora, durante cuatro semanas.
Esta parálisis facial suele ser temporal y ocurre por una infección viral que provoca una inflamación de los nervios faciales, el tratamiento tradicional es la prednisona, también se usan analgésicos de venta libre, vitaminas y fisioterapia.
El equipo se concentró en esta enfermedad porque la recuperación de los nervios faciales no sería tan vulnerable al efecto placebo como otros trastornos nerviosos, como el dolor, al azar, en la mitad de los participantes se aplicó la técnica que induce el «de qi» (el acupunturista giraba las agujas y las movía hacia arriba y abajo varias veces durante la sesión).
En la otra mitad del grupo se utilizó la técnica convencional: se colocaron las agujas, sin moverlas, todos recibieron prednisona. En ambos grupos, los pacientes habían comenzado el estudio con una funcionalidad de 130 o 135 puntos. A los seis meses, el grupo tratado con el «de qi» tenía mayor funcionalidad facial (elevar las cejas, pestañar y mostrar los dientes) y tenía un puntaje de 195 versus 186 del grupo control.
Para Wang, es difícil interpretar el significado de ese resultado en el rendimiento muscular, por ejemplo, si una persona puede sonreír por completo o no. Pero esa diferencia de nueve puntos no pasaría inadvertida para los pacientes. Además, el 94% de los pacientes tratados con la acupuntura «de qi» recuperaron su función facial total a los seis meses, comparado con el 77% del grupo tratado con la acupuntura tradicional.
Fuente: Canadian Medical Association Journal