Los abuelos que cuidan niños pequeños a menudo ignoran las recomendaciones de seguridad en las cunas y los cuidados infantiles, que variaron desde que ellos tuvieron hijos, concluye un equipo de investigadores dirigidos por la Dra. Amanda Soong, de la Universidad de Alabama en Birmingham EUA.
La cantidad de abuelos que cuidan a sus nietos creció desde los años 90 y sólo en la última década el porcentaje alcanzó un 12,5%. La cantidad estimada es de 2,7 millones. La Dra. Soong con su equipo, se reunió con abuelos y grupos de cuidadores de la ciudad de Birmingham para entregarles un cuestionario de 15 preguntas sobre las medidas de seguridad infantiles y asuntos relacionados con los niños de todas las edades.
Cuarenta y nueve participantes respondieron la encuesta, el 33% dijo que colocaría a un bebé boca abajo para dormir, mientras que el 23% lo haría de lado y el 43,8% boca arriba.
Además, el 24,5% respondió que un bebé de nueve meses debe viajar en un asiento de seguridad mirando hacia el frente, la Academia Americana de Pediatría recomienda que los menores de dos años viajen en asientos especiales mirando hacia la parte posterior del automóvil.
En cuanto a la seguridad al dormir, el 49% pensaba que las camas infantiles deben incluir protectores, animales de paño relleno y mantas, con colchones y sábanas, mientras que apenas un 26,5% dijo que la cuna debería incluir sólo un colchón con una sábana. La Academia Americana de Pediatría no recomienda el uso de protectores, animales de paño relleno y sábanas. Por último, el 73,9% consideró que un andador es un buen dispositivo para que los bebés aprendan a caminar. La Academia Americana de Pediatría no los recomienda por problemas graves de seguridad.
Idealmente, los pediatras deben proporcionar la información de rutina a los cuidadores abuelos como lo hacen con los padres, comenta la Dra. Soong, debemos ser respetuosos de sus experiencias personales, a la vez que hay que ofrecerles información de seguridad importante que pueda afectar de alguna manera la salud de los niños.
No debemos asumir que los padres conocen las guías vigentes. A cada padre y cada abuelo, a pesar de sus experiencias individuales, se les debería recordar las últimas recomendaciones de seguridad. Esas guías evolucionan permanentemente y los pediatras no deben asumir que los cuidadores están actualizados.