Los abscesos cutáneos son muy comunes. Se forman cuando una infección localizada provoca el cúmulo de pus en la piel.
Se pueden presentar por de una infección bacteriana, generalmente producida por estafilococo. Los abscesos se pueden desarrollar después de una herida o lesión menor. También o como resultado de una foliculitis. Los abscesos cutáneos pueden aparecer en cualquier lugar del cuerpo y afectar a personas de todas las edades.
Los abscesos pueden obstaculizar y afectar el funcionamiento de tejidos más profundos. La infección puede diseminarse en forma local o a todo el cuerpo. Cuando se propaga por el torrente sanguíneo, puede ocasionar complicaciones severas.
Síntomas
Los síntomas característicos incluyen la lesión en la piel como nódulo abierto o cerrado. También hay enrojecimiento y puede haber salida de pus. Generalmente hay hinchazón, dolor y ocasionalmente fiebre y escalofríos.
¿Porqué ocurren?
Los abscesos ocurren cuando se infecta un área de tejido y el sistema inmunitario del cuerpo trata de combatirlo. Los glóbulos blancos se mueven a través de las paredes de los vasos sanguíneos hasta el área de la infección. Ahí se acumulan dentro del tejido dañado. Durante este proceso, se forma pus. Es decir un cúmulo de líquido, glóbulos blancos, tejido muerto y bacterias.
Los abscesos pueden formarse en casi cualquier parte del organismo y pueden ser causados por organismos infecciosos, parásitos y sustancias extrañas. Los abscesos en la piel son fácilmente visibles, de color rojo, elevados y dolorosos. Sin embargo, los abscesos que se forman en otras áreas del cuerpo pueden no ser obvios, pero pueden causar daño significativo a los órganos.
El médico puede hacer el diagnóstico de acuerdo con la apariencia del área afectada. Del mismo modo, un cultivo y un análisis de cualquier drenaje de la lesión pueden ayudar a identificar el organismo causal.
Complicaciones
Las complicaciones por lo regular se presentan cuando no se aplica el tratamiento indicado de manera inmediata.
* Diseminación de la infección alrededor de la misma área
* Interferencia en la función de los tejidos cercanos
* Gangrena (muerte tisular)
* Diseminación de la infección a través del flujo sanguíneo, que puede ocasionar:
* Endocarditis
* Osteomielitis
* Aparición de abscesos nuevos múltiples
* Formación de abscesos en las articulaciones, en la pleura u otras áreas
Tratamiento
El objetivo del tratamiento es la curación de la infección. El médico puede cortar y drenar el absceso para limpiar el área afectada y controlar la infección. Suele ser necesario el suministro de antibióticos para controlar la infección.
El calor (por ejemplo, compresas tibias) puede acelerar la curación, reducir la inflamación y hacer que el área se sienta mejor.
La mayoría de los abscesos cutáneos son curables si se tratan de manera adecuada y oportuna.