Algunas personas son más competitivas que otras y hay quienes dicen que les da lo mismo ser vencedores o vencidos. Sin embargo, el sistema nervioso de todos ellos da la misma importancia a ser el primero. El cerebro completo se involucra en juegos o situaciones donde el resultado puede ser ganar o perder.
El Dr. Timothy Vickery y su equipo de investigadores de la Universidad de Yale en EUA, llegaron a estas conclusiones y explican que el cerebro pone en juego mucho de sí mismo, y no solo las regiones relacionadas con la recompensa, en el intento por salir ganando. En situaciones de competencia, la información se mueve a través del cerebro de una forma mucho más abarcadora de lo que se pensaba previamente.
Se sabe de antemano que los ganglios basales, una región ubicada en el centro del cerebro, tienen las neuronas que participan en las emociones de recompensa y castigo. Estas células hacen circular la información a través de un neurotransmisor llamado dopamina que llega a otras áreas importantes del cerebro, como la corteza prefrontal.
El Dr. Vickery utilizó equipos de resonancia magnética funcional con el objetivo de averiguar si esta red de dopamina en particular abarca una proporción más importante del cerebro. Con ese fin, aprovechó una técnica que permite detectar y analizar patrones de actividad en regiones específicas del cerebro. En este caso en particular, los especialistas buscaron en que zonas del sistema nervioso central había reacciones relacionadas al ganar o perder.
Y resulta que estos patrones se detectaron en casi todas las áreas del cerebro. El cerebro funciona con el objetivo de maximizar las posibilidades de sobrevivir y reproducirse, por lo cual la recompensa es importante en todas las funciones cognitivas. Por ese motivo, se detecta en la mayoría de las regiones cerebrales.